ELIO HENRIQUEZ LA JORNADA
Oventic, Chis., 11 de abril. Quienes actualmente ostentan el poder en México son los mismos "traidores" que hace 86 años asesinaron a Emiliano Zapata, afirmó la junta de buen gobierno (JBG) de los Altos de Chiapas. El organismo añadió que "nadie debe pensar o creer que la guerra contra los pueblos indígenas ha terminado, ya que siguen viviendo bajo la amenaza militar y paramilitar del mal gobierno".
ELIO HENRIQUEZ LA JORNADA
Oventic, Chis., 11 de abril. Quienes actualmente ostentan el poder en México son los mismos «traidores» que hace 86 años asesinaron a Emiliano Zapata, afirmó la junta de buen gobierno (JBG) de los Altos de Chiapas. El organismo añadió que «nadie debe pensar o creer que la guerra contra los pueblos indígenas ha terminado, ya que siguen viviendo bajo la amenaza militar y paramilitar del mal gobierno».
Durante un acto político para conmemorar los 86 años de la muerte del caudillo, el pasado domingo, la JBG sostuvo que la lucha por los derechos de los campesinos y todo el pueblo mexicano en general «no terminó en Chinameca el 10 de abril de 1919, porque hasta ahora si-guen sin solución las demandas de los pueblos indígenas y campesinos».
Ante unas mil personas, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de varios municipios de los Altos, la JBG manifestó que los indígenas, los zapatistas y los pobres de México «no podemos olvidar la traición» por la cual Zapata fue asesinado y por ello «año con año lo recordamos con coraje y decisión, para seguir adelante la lucha iniciada por nuestro general».
En un documento leído por uno de sus integrantes, la JBG de Los Altos de Chiapas, llamada Corazón céntrico de los zapatistas delante del mundo, sostuvo que la lucha del EZLN «seguirá adelante hasta lograr nuestros objetivos sin importar el tiempo, los obstáculos y las contradicciones que se tengan que enfrentar».
La mañana del domingo, cientos de indígenas bases de apoyo zapatista de los municipios de esta zona se concentraron para participar o presenciar un torneo de basquetbol organizado por la JBG, y ya por la tarde-noche en un programa artístico cultural, en el que alumnos de primaria de escuelas autónomas rebeldes bailaron, cantaron, declamaron y escenificaron obras de teatro.
Pasadas las 20 horas llegaron los miembros de la JBG, que tiene su sede en el caracol ubicado en esta comunidad tzotzil de San Andrés Larráinzar, ademas de 40 integrantes de varios municipios autónomos de Los Altos, todos vestidos con trajes regionales y con pasamontañas.
Uno de los integrantes de la JBG leyó el documento preparado para la fecha, en el cual se asentaba : «Los zapatistas llevamos 11 años de estar en guerra, en resistencia y en rebeldía en contra del mal gobierno, contra las injusticias, la marginación y el olvido.
«En estos 11 años nuestros pueblos han sufrido persecuciones, desalojos, el asesinato de muchos compañeros, encarcelamientos y traiciones de parte del mal gobierno», que «quiere destruir nuestra lucha, porque quiere exterminar a los pueblos indígenas.»
Sostuvo que «a pesar de esta dura si-tuación en estos años de guerra, nuestra resistencia y rebeldía han crecido y se han fortalecido en todos los niveles, aunque lo económico no hemos encontrado forma de cómo resolverlo, y por eso la pobreza, la miseria y las enfermedades siguen golpeando a nuestros pueblos en resistencia».
La JBG manifestó que «la culpa de todo esto la tienen los malos gobernantes y los ricos, porque son ellos los que quieren acabar con los pueblos indígenas».
Agregó : «Pero lo que nos da fuerza para seguir adelante es nuestra conciencia, nuestra fe y nuestra esperanza de que nuestra lucha no será en vano y algún día nuestros pueblos verán el fruto, aunque muchos de los que estamos ahora no lo vamos a ver».
De acuerdo con la JBG, «lo más importante es que los zapatistas de ahora seguimos en pie de lucha ; nuestra palabra desde 1994 hasta nuestros días sigue siendo escuchada y respetada a nivel nacional e internacional ; millones de hermanos y hermanas han hecho suya nuestra lucha causa, y por ello es necesario que sigamos resistiendo y no nos rindamos ante los planes de guerra del mal gobierno.
«Zapata no ha muerto, sigue en pie de lucha con los indígenas, campesinos y los pobres de México y del mundo. Por eso decimos : Zapata vive, la lucha sigue.»