No pasa un sólo día sin que desde México nos lleguen noticias de desalojos violentos, hostigamientos, desapariciones y muerte. No cesan las agresiones que el gobierno mexicano, desde todos sus estamentos, ejerce hacía los hombres y mujeres que, abajo a la izquierda, luchan por dignidad, libertad y justicia.
A Felipe Calderón, presidente de Mexico
A Juan Sabines, gobernador del Estado de Chiapas
A Carlos León Solorsano Arcia, presidente municipal de Ocosingo
A los medios de comunicación
A la opinión pública internacional
No pasa un sólo día sin que desde México nos lleguen noticias de desalojos violentos, hostigamientos, desapariciones y muerte. No cesan las agresiones que el gobierno mexicano, desde todos sus estamentos, ejerce hacía los hombres y mujeres que, abajo a la izquierda, luchan por dignidad, libertad y justicia.
Los comunicados emitidos en los últimos días de enero de 2010 por las Juntas de Buen Gobierno (JBG) zapatistas nos hablan de escalofriantes actos de represión por parte de los máximos representantes del Estado del Bienestar, en el nombre del Desarrollo y del Progreso. Métodos fascistas como son quemar las casas de habitantes indefensos y realizar sobrevuelos intimidatorios con varios helicópteros, son los empleados para sembrar la semilla de la confusión, la desesperanza, el terror y la renuncia a luchar por cambiar el actual estado de la realidad.
A las técnicas referidas hay que añadir otras de igual calado como son la desaparición forzosa de mujeres, los desplazamientos de poblaciones enteras y los violentadores enfrentamientos con individuos y organizaciones paramilitares como la OPDDIC por el control de las tierras a favor de multinacionales camufladas bajo la etiqueta del “ecoturismo”.
Ya sea en el poblado Laguna San Pedro, perteneciente al Municipio Ricardo Flores Magón o en Nuevo Ejido Bolón Ajaw o en el predio recuperado Virgen de Dolores o en el Ejido de Tila la estrategia es la misma : quebrantar el territorio pretendiendo, de esta forma, ahogar la resistencia y la construcción de espacios ajenos a la lógica del capitalismo.
Como consecuencia de esta situación son muchos los compañeros y compañeras recluidos en prisiones insalubres, sin atenciones médicas básicas y con procesos judiciales irregulares y arbitrarios.
Exigimos la libertad inmediata de todos los presos y presas políticos en México.
Exigimos el cese de los ataques a las comunidades zapatistas.
Exigimos al gobierno mexicano que deje de actuar desde la soberbia que les caracteriza.
José Pascual Rubio Cano
Scr RR.II.