En 1996 la mayor compañía farmacéutica del mundo, Pfizer, probó un antibiótico en desarrollo en casi 200 menores ingresados en un hospital de la región nigeriana de Kano. Un informe al que ha tenido acceso ’The Washington Post’ asegura que el ensayo se hizo sin los permisos oficiales correspondientes y en contra de las leyes internacionales. La farmacéutica lo niega.
En 1996 la mayor compañía farmacéutica del mundo, Pfizer, probó un antibiótico en desarrollo en casi 200 menores ingresados en un hospital de la región nigeriana de Kano. Un informe al que ha tenido acceso ’The Washington Post’ asegura que el ensayo se hizo sin los permisos oficiales correspondientes y en contra de las leyes internacionales. La farmacéutica lo niega.
El informe médico, concluido hace cinco años pero cuyos resultados se difundieron por primera vez en un medio de comunicación el pasado fin de semana, concluye que el ensayo se llevó a cabo sin la autorización del Gobierno nigeriano. El trabajo es, según el documento, «un caso claro de explotación del ignorante».
El fármaco en desarrollo era Trovan, el nombre comercial de trovafloxacino, un antibiótico. En Europa se comercializó sólo durante tres meses. En EEUU se autorizó para adultos, nunca en menores, en 1997. Dos años después la FDA estableció límites estrictos a su uso.
Los detalles del caso
En 1996, cuando se realizó el ensayo en Kenia, el país sufría una epidemia de meningitis que causó la muerte de 1.500 personas. Los menores tratados estaban ingresados para recibir tratamiento contra la enfermedad.
El estudio se conoció por primera vez en 2000, cuando el ’Washington Post’ hizo un reportaje sobre las actividades en el extranjero de las compañías farmacéuticas, pero el contenido del informe médico no se ha conocido hasta ahora.
El caso está lleno de interrogantes. Por un lado no se explica por qué se ha ocultado durante tanto tiempo los resultados del informe, elaborado por un grupo de expertos nigerianos. Al mismo tiempo, el ’Post’ publica que cuando se llevó a cabo la investigación el hospital no contaba con un comité ético, que no creó hasta meses después de que concluyese el trabajo.
Según el ’Post’, el actual ministro nigeriano de Sanidad, Eyitayo Lambo, no ha respondido a las llamadas del diario estadounidense para comentar los resultados del informe.
Dudas oficiales
La directora del organismo encargado de regular los fármacos en Nigeria, Dora Akunyili, afirma no saber por qué el documento ha sido confidencial durante estos años y se ha limitado a señalar que el organismo que dirige concluyó que «esta gente no tenía autoridad para realizar el ensayo».
En 2001, 30 familias nigerianas presentaron una demanda contra Pfizer en un juzgado de Nueva York. El juez la desestimó el verano pasado por falta de jurisdicción.
La compañía farmacéutica Pfizer, con sede en EEUU, ha difundido un comunicado en el que responde a las acusaciones y asegura que el trabajo contó con el consentimiento del Gobierno de Nigeria y la autorización verbal de los familiares de los afectados.
«¿Por qué se llevó a cabo el ensayo en Nigeria ? Para obtener una nueva indicación de una medicina primero debe probarse en gente afectada por la condición que se pretende tratar», reza la nota de Pfizer.
De acuerdo con la información del laboratorio, el medicamento se evaluó frente al tratamiento considerado entonces de referencia, el antibiótico ceftriaxona. Los porcentajes de supervivencia fueron similares (94,4% de Trovan frente a 93,8% ceftriaxona).
Fuente: ELMUNDO.ES