Maurirania : ¿Objetivo de Al Qaeda ?
Artículo de información y análisis sobre la actuación de grupos de Al Qaeda en Mauritania y otros países del Sahel, y sobre los planes antiterroristas de EEUU en la zona, dentro de su pugna con Francia para controlar África. Se analizan también las posiciones de los diversos países y los efectos que puede tener la cuestión para el Frente Polisario.
Maurirania : ¿Objetivo de Al Qaeda ?

Artículo de información y análisis sobre la actuación de grupos de Al Qaeda en Mauritania y otros países del Sahel, y sobre los planes antiterroristas de EEUU en la zona, dentro de su pugna con Francia para controlar África. Se analizan también las posiciones de los diversos países y los efectos que puede tener la cuestión para el Frente Polisario.

El pasado 4 de junio, una unidad del ejército mauritano destacada en Lemgheity, a unos 150 kms de la frontera con Malí, en el noreste del país, fue atacada, con el resultado de 15 muertos, 17 heridos y 2 desaparecidos. El gobierno mauritano atribuyó inmediatamente la autoría de este ataque al grupo terrorista Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC). Un grupo argelino que ya había actuado en 2002 en esta zona fronteriza entre Argelia, Mauritania y Malí, cuando sus amenazas obligaron a cambiar el trayecto de algunas etapas del rally Paris-Dakar. Sin embargo, su actividad más destacada en la zona fue el mediatizado secuestro de los 32 turistas occidentales en 2003, que más tarde liberarían a cambio de un cuantioso rescate.


La autoría del atentado por parte del GSPC se vería confirmada días mas tarde por un comunicado en su propia página Web. Entre las razones que aducían para justificar este acto violento se encontraban la acusación al gobierno de Ould Taya de apostata, por mantener relaciones con Israel, y el arresto, en fechas anteriores y próximas, de islamistas mauritanos en la capital Nuakchot. Además se aducían otros argumentos más concretos, como la operación «Flintlock 2005», unas maniobras militares conjuntas patrocinadas por Estados Unidos, en las que participaban Argelia, Marruecos, Chad, Senegal, Túnez, Malí, Níger y Mauritania.

Sin embargo, otras informaciones podrían plantear dudas sobre la tesis de la autoria, que aparentemente parece ser la más convincente. Entre ellas está el hecho de que el propio gobierno argelino, gran conocedor del GSCP, dude que haya sido este grupo terrorista el autor. Un parecer compartido en un primer momento por Francia, quien expresó su reserva en la identificación de los autores del ataque.

En informaciones reveladas posteriormente por la prensa mauritana se baraja la posibilidad de que el GSPC argelino no haya sido directamente el autor material del ataque o que quizás no haya actuado solo. La salida a la luz de otro grupo salafista, esta vez mauritano, llamado Grupo Mauritano por la Predicación y la Yihad (GMPJ), sugiere la posibilidad de que los autores materiales, o parte de ellos, fueran de nacionalidad mauritana, hipótesis que en principio no se había barajado, al atribuir toda la responsabilidad al GSPC argelino. Otras fuentes sospechan de la existencia de lazos entre el GSPC argelino, los salafistas libios y las células de Al Qaeda en Arabia Saudí. Precisamente en julio de 2004 se había publicado un comunicado atribuido a Al Zarkawi, en el que se amenazaba al régimen mauritano.

De hecho, el 9 de mayo de 2005 la policía mauritana confirmó la presencia de Al Qaeda en el país, y el 16 de junio de 2005 los medios de prensa publicaron un comunicado del mismo grupo, en el que saludaba «a los héroes que mataron a los apostatas en Mauritania».

Ante la imposibilidad de un análisis concluyente de las posibles hipótesis sobre la autoría material del ataque, quizás sea un poco más esclarecedor analizar quiénes pueden ser los posibles beneficiarios del ataque. En este sentido, conviene hacer referencia a los actores que, de una u otra manera, están implicados en la zona.

El gobierno de Marruecos, si bien no es probable que tenga una implicación ni un interés directo en los acontecimientos ocurridos, sí le afectan las posibles consecuencias que de ellos deriven. De esta manera, la confirmación de la autoría del GSPC argelino influiría de alguna manera en las relaciones entre Argelia y Mauritania, algo que beneficia a Marruecos en su contencioso con la RASD por el Sahara Occidental, ya que la RASD está apoyada y sustentada desde Argelia.

La autoría del ataque por parte de cualquier grupo terrorista beneficia igualmente a los marroquies, porque de esta forma se aseguraría una mayor presencia e implicación de los EEUU en esta región. Marruecos no disimula su ambición de que se aplique al Polisario las medidas de la denominada «guerra contra el terror», pregonada por Washington, por lo que estaría hasta cierto punto interesada en una desestabilización de esa zona fronteriza, que permitiera la aplicación de la táctica de «tierra quemada», que los EEUU utilizaron en Afganistán. Saben que, en un escenario así, la demonización/implicación del Polisario sería una cuestión de tiempo. Fruto de este interés podría derivarse la inmediata condena del ataque por parte de Marruecos que, además, aprovechó para dar su pesame personalmente y al más alto nivel por medio del ministro de exteriores marroquí, Mohamed Benaissa.

Malí, por el contrario, no parece que tenga ningún interés específico que no sea el de profundizar en sus buenas relaciones con Mauritania, por lo que el ataque no le beneficia en nada particular. El ejército de este país ya ha tenido algunas escaramuzas con el GSPC y ha estado colaborando con el gobierno mauritano en la neutralización del grupo golpista de los «Caballeros del Cambio.» Por lo tanto, entre las consecuencias que se prevén de este ataque esta la profundización de la colaboración en materia de seguridad.

La posición de Argelia ante este ataque es hasta la fecha algo ambigua y confusa. Es el único país de la zona que aún no ha condenado oficialmente el ataque. Al parecer el hecho de que Mauritania afirmara de manera tan rotunda y temprana la autoría del GSPC, sin haberles siquiera consultado, pudiera ser la razón de ese comportamiento. Quizás este aspecto tenga mucho que ver con su negación de la tesis de la autoría del GSPC. En todo caso, las consecuencias del ataque están siendo negativas para Argel, en el sentido que de sus relaciones con Mauritania se han enfriado sensiblemente, algo que curiosamente lleva ocurriendo desde que las relaciones entre Marruecos y Mauritania se estrechan.

Por su parte, Estados Unidos, no teniendo nada que ver con este sangriento ataque, sin embargo parece ser una de las causas desencadenantes del mismo y uno de los países que pueden beneficiarse mas de sus consecuencias. En efecto, este asalto se habría producido en respuesta a la política exterior americana en África, en concreto a las maniobras desarrolladas dentro de la operación «Flintlock 2005», patrocinada y financiada por los EEUU. Esta operación forma parte del plan Pan-Sahel, iniciado en 2004 con un presupuesto de 7 millones de dólares. Su éxito relativo propició que en 2005 se vaya a activar un plan de mayor envergadura, denominado «Transaharian Counterterrorism Initiative». El objetivo de esta iniciativa es eliminar el terrorismo de esta zona que, según el Pentágono, se esta convirtiendo en un santuario en la que se forman y se refugian los terroristas. Para Charles Wald, Comandante adjunto de las fuerzas americanas en Europa (EUCOM), el Sahel se ha convertido en el nuevo Afganistán. Por lo tanto, el ataque contra la unidad militar mauritana no haría sino confirmar sus tesis y reforzar su intervención y presencia en el Sahel. Según ésto, es de prever un incremento en la cooperación entre Mauritania y los otros países de la región con Estados Unidos.

Además, no hay que perder de vista otro factor que posiblemente está aumentando el interés de Estados Unidos por la seguridad y estabilidad de la zona : se trata de la riqueza en materias primas estratégicas. Según algunos analistas, la riqueza en petróleo y gas de Argelia, y los prometedores resultados de las prospecciones realizadas en Mauritania y Malí (entre otros países de la subregión), podrían ser los verdaderos promotores del interés estadounidense en la zona. De ahí surgiría la iniciativa de salvaguardarla para asegurarse el futuro aprovisionamiento energético.

En resumen, podemos concluir que la evolución de la situación irremediablemente se dirigirá hacía una inestabilidad de esta zona fronteriza. Este ataque, podría significar un cambio en la estrategia del GSPC argelino. Hasta ahora utilizaba esta zona fronteriza como «santuario» o zona segura, en la que se movía a su antojo y en la que tenía campos de entrenamiento.

La nueva estrategia convertiría a esa tierra de nadie en un nuevo escenario en el que, además de seguir formando a muyahidines para ser enviados a los diferentes frentes «islámicos» (Chechenia, Iraq etc..), se utilizaría para luchar directamente contra sus enemigos. En este sentido, tanto la hipotética alianza con Al Qaeda, como la presión ejercida por EEUU mediante el Plan Pan-Sahel, puede haber influido decisivamente en esta nueva estrategia. De confirmarse los lazos existentes entre el GSPC argelino y Al Qaeda, se confirmaría la intención de cumplir la amenaza que hizo al gobierno mauritano y también la estrategia de Al Qaeda de querer desestabilizar el Sahel.

Al margen de que el autor del ataque a Lemgheity sea o no el GSPC argelino, en colaboración o no con su homólogo mauritano, parece claro que este grupo seguirá siendo un claro objetivo en la iniciativa contra-terrorista propuesta por EEUU, y puesta en practica por la inmensa mayoría de los países del Sahel. Esto significará no sólo enfrentamientos entre grupos terroristas y fuerzas enviadas por esos gobiernos, sino que además puede provocar la inestabilidad en el contencioso del Sahara Occidental. En efecto, la presencia de fuerzas del Polisario en esta zona fronteriza podría, por la inercia de los acontecimientos, implicar de un modo directo o indirecto a éstos en este escenario de guerra contra el terrorismo, sufriendo todas las consecuencias que esto conlleva. En esta hipotética situación tendrá mucho que ver lo que haga tanto Marruecos, gran interesada en que exista ese escenario, como Argelia, la gran rival de Marruecos y principal apoyo del Polisario.

Mauritania, el país más vulnerable con la nueva situación, podría ver comprometida su neutralidad en el conflicto del Sahara Occidental, a causa de las presiones de sus enfrentados vecinos. Precisamente esta debilidad le continuará forzando a aumentar la cooperación militar con Estados Unidos. De esta forma, los norteamericanos seguirían haciendo progresos en su «guerra» silenciosa con Francia, en su estrategia por controlar esta subregión africana, que presenta tan prometedoras perspectivas de riqueza en su subsuelo.

Javier Nievas Bullejos

Licenciado en Derecho y colaborador del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria.especialista en seguridad y defensa en el Mediterráneo (IECAH). Nuakchot, julio de 2005

(extraído de la página web de Andalucía Solidaria, www.andaluciasolidaria.org)


Fuente: Agitaccion