Una marea humana (unas 15.000 personas) se manifestó la tarde del sábado 21 de agosto por la calles de Pamplona en contra de la brutalidad municipal y en apoyo al gaztetxe Euskal Jai. Minutos después de concluir la mani se llevó a cabo una nueva ocupación en la calle Compañía, en la antigua iglesia de Jesús y María, actualmente de propiedad municipal.
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http://www.euskaljaigaztetxea.net/weblog/
Masiva manifestación de apoyo al Gaztetxe de Iruña, que había sido brutalmente desalojado por la policía el 16 de agosto.
20.00 h. La manifestación convocada por el Gaztetxe Euskal Jai ha partido de los cines Golem con media hora de retraso debido a la masiva afluencia de gente. Abria la manifestación un zanpantzar, seguida por un variopinto grupo de remontistas y la pancarta principal, con el lema Contra la brutalidad municipal, Euskal Jai bizirik. Durante la marcha ha predominado el ambiente festivo, con parodias relativas al desalojo y derribo de Euskal Jai y participación de peñas, cabezudos y otros colectivos de Iruñea. El vecindario del Casco Viejo ha expresado su hartazgo tras cinco días de ocupación policial con una pancarta contra la presencia de la Policía en el barrio, que portaban los kilikis. Cabe destacar asimismo la solidaridad de gentes del resto de Euskal Herria y otras comunidades del Estado que han acudido masivamente a la cita.
21.10 h. La cabeza de la manifestación, la más multitudinaria que se recuerde en Euskal Herria a favor de la ocupación, llega a la Plaza del Ayuntamiento. La plaza se ha quedado pequeña para tanta gente. Ha sido un chupinazo pro-ocupación en pleno agosto, y el ambiente de euforia ha contagiado a todos los presentes, que han coreado consignas en contra de la Policía, la alcaldesa Yolanda Barcina y en favor de la ocupación.
21.50 h. Se da por finalizada la marcha tras la lectura del comunicado.
22.00 h. Jóvenes han ocupado la antigua iglesia de Jesús y María (actualmente propiedad del Ayuntamiento de Pamplona), situada en la calle Compañía.
Comunicado de la mani contra la brutalidad municipal
Comunicado leido al final de la mani del Sábado 21 agosto 2004.
Os habeis echado a la calle vecinas de Alde Zaharra, de Iruña, de Iruñerría, habeis venido de otros pueblos de Euskal Herria y de toda la península, recorriendo cientos e incluso miles de km para acompañarnos.
Habeis venido aquí todas vosotras para mostrar vuestro apoyo : al Gaztetxe y plaza Euskal Jai. Algorta, la Hamsa, Sorgintxulo, la casa de los 15 gatos y muchos otros centros sociales, las fiestas populares, la ilegalización de las ideas, la criminalización de las voces disidentes, … unidas por la misma lucha : la transformación social.
El Gaztetxe es un espacio liberado. Liberado de la homogeneización de la cultura, de las imposiciones políticas. Autogestionado porque nos sabemos dueñas de nuestras vidas. Un espacio sobre el que se entretejen los movimientos de Alde Zaharra y de Iruña, y que va más allá de paredes y fronteras, porque aún no han sabido frenar nuestras ilusiones.
Consolidar un tejido social hace que exista un contacto entre todas las inconformistas de este sistema opresor, que cada una de nosotras tengamos voz, y decidamos qué queremos y cómo lo queremos, sin necesidad de que nos sigan diciendo incluso qué hacer con nuestro tiempo de ocio. Eso es lo que quieren. Quieren comprarnos. Quieren que las jóvenes que hoy estamos aquí dependamos de su visto bueno y de sus subvenciones. Quieren canalizarnos, poner sobre nuestras cabezas su código de barras y seguir produciendo en formato único.
Pero no es eso lo que tendrán, porque hemos encontrado respuestas, porque hemos construido en conjunto, porque un vecindario ha sido escenario de otra forma de hacer : cooperando, ayudándonos unas a otras por medio del cariño y del respeto.
Es ese escenario un referente de la diversidad : de madres y padres, de niñas y niños, de jóvenes, de abuelas y abuelos, donde se aglutinan inquietudes, ideas y planteamientos diferentes que han hecho real una plaza, del pueblo y para el pueblo, algo que su democracia no ha realizado.
Nosotras pensamos que antes hemos de cambiar, acabar con nuestras estructuras jerárquicas, con los comportamientos sexistas, redibujar las relaciones sociales y personales, quitarnos la venda de los ojos y conocer bien el mundo en que vivimos. Todo esto se propicia en los espacios liberados, puntos de encuentro y participación.
Esta es la forma de funcionar por la que apostamos, intentar abrir camino, crear ese otro mundo dentro de nosotras y extenderlo alrededor.
En el Euskal Jai la tercera no fue la vencida. Apostaron por un cuarto intento, teniendo que esperar diez años para llevar a cabo su estrategia. Una estrategia diseñada por una alcaldesa fascista y un militar, que ha necesitado de la participación de tres fuerzas represivas : la municipal dirigiendo la operación, la foral para sacar a las resistentes y la nazional intentando parar la movilización social. No nos dejan poner en duda su sistema. Quieren acabar con nosotras.
Y a pesar de todo el despliegue policial, las gatas de la resistencia se han conseguido encaramar hasta tres veces más al tejado. En las calles las movilizaciones de protesta han sido duramente reprimidas.
El señor Ripa, Delegado del gobierno, dijo que la presencia policial era una situación normal. ¿Os parecen normales las palizas indiscriminadas y salvajes de las que han sido autores sus esbirros ? No les queremos aquí, les decimos alto y claro. ¡Iros de nuestras calles !¡Desapareced de nuestras vidas !
Por eso exigimos desde aquí la retirada de las tropas nazionales, forales y municipales y su posterior autodisolución como herramienta represiva, así como tratamiento psicológico para todos sus miembros, porque ser un profesional de la matanza es grave indicio de enfermedad.
En esta operación, no solo han especulado con el suelo, sino que han destruido un frontón con 95 años de historia y han buscado el enfrentamiento entre vecinas.
Denunciamos que algunos medios de comunicación han legitimado la actuación del Ayuntamiento y la represión.
El Ayuntamiento tiene miedo a la opinión y la participación ciudadana, y lo oculta con proyectos vacíos como la propuesta para que colaboremos en la construcción del supuesto centro hidrotermal. ¡A nadie engañan con esos trucos rastreros ! Atacaron el mismo día que el barrio tenía una asamblea vecinal para decidir sobre la gestión de la Euskal Jai Plaza.
Han tirado el Euskal Jai, pero nosotras no tenemos miedo a las ruinas porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Lo que se ha ido desarrollando en el Euskal Jai es imparable. Aún con pena por la destrucción de este mágico espacio, las ganas de seguir trabajando son inmensas. Nos quieren lelos, y no lo somos. Nos quieren cobardes, y no lo somos. Okupamos una vez y lo volveremos a hacer. Hay cientos de lugares abandonados por el capital : casas, pueblos, parques, fábricas,… No queremos puntos muertos en nuestro mundo.
Damos por terminada la convocatoria dando ánimos a todas las compañeras a seguir luchando. ¡Aupa ahí el Gaztetxe de Iturrama, el parque del Mochuelo y el recién surgido Gaztetxe de la Rocha ! ¡GORA EUSKAL JAI GAZTETXEA !
Nueva okupación en el barrio de Rotxapea
A las 10 de la mañana del día 21 miembros de la Gazte Asanblada de la Rochapea ocuparon una fábrica con el fin de convertirlo en el Gaztetxe del barrio. El local está en buenas condiciones y se encuentra situado en la calle Cruz de Barkazio, muy cerca de Marcelo Celayeta.
El Euskal Jai de Iruñea lucha desde el centro social y desde la calle por intentar impedir la destrucción del proyecto. Crónica del desalojo.
Asalto policial orquestado por el ayuntamiento de Pamplona gobernado por UPN con centenares de agentes antidisturbios
Desde las 6:30 del lunes 16 de agosto un gran despliegue de las diversas policias que operan a Nafarroa (Policía Nacional, Foral y Local) tomó el Casco Antiguo para efectuar el desalojo del Gaztetxe de Iruñea, el Euskal Jai. Esta acción, que se empezó a prever justo antes de los pasados San Fermines, no cogió por sorpresa las personas que se encontraban dentro, que pudieron llegar a sus lugares de resistencia.
Las muestras de apoyo en el barrio no se hicieron esperar, y bien pronto se concentraba gente para apoyar a la resistencia dentro, intentando impedir que las máquinas de escombros llegaran al barrio. La policía, en todo momento mantuvo una actitud agresiva con la gente, practicando algunas cargas, provocando heridos y practicando una detención entre la gente que había subido a la máquina excavadora. Poco a poco iban deteniendo la gente que estaba entubada en el cemento, el primer grupo de personas al que podían acceder, mientras que con la ayuda de una gran grúa llegaron hasta el tejado y empezaron a derrocar el edificio. A las 8 de la mañana ya se podían sentir las caceroladas que el vecindario organizaba en protesta por el estado de asedio y contra el desalojo del Euskal Jai.
Apenas empezaron a tomar posiciones, la policía pudo coger el agua y la comida que tenían las resistentes. A media mañana la indignación del barrio era ya patente, la vibración del derribo ilegal, a parte de poner en grave peligro la vida de las personas que resistían, hacía vibrar de manera peligrosa las casas del alrededor, provocando algunas grietas. Mientras iban derridando el Euskal Jai, iban descubriendo los diversos búnquers que había preparados para alojar gente. A medida que iban sacando la gente de sus posiciones eran conducidas a las dependencias de la policía municipal. Fuera, las cargas de las diferentes policías fueron continuas y brutales, practicando numerosas detenciones en diferentes puntos del barrio.
En ningún momento sirvieron los intentos de mediación del abogado ni de la gente encargada de hacer pública la voz de las personas que resistían, y en ningún momento dejaron entrar al personal de SOS Navarra, ni siquiera dejaron actuar los bomberos, tal y como se pedía desde los lugares de resistencia viendo la increíble brutalidad organizada por la máquina excavadora que poco a poco se iba comiendo el edificio. Si no hubiera sido por la tan demostrada (no sólo en este, sino en los 3 anteriores intentos de desalojo) solidaridad vecinal, la gente en resistencia se hubiera quedado sin comida ni agua todo el día entero.
A las 7 de la tarde estaba convocada una manifestación en la que se concentraron unas 1500 personas. Manifestación que rompió la policía con varias cargas brutales, pelotas de goma y botes de humo, y deteniendo una veintena de personas. Por otra parte el silenciamiento mediático ha sido enorme. A pesar de la gravedad de los hechos ninguna agencia de noticias, televisión ni diario convencional hicieron mención alguna de la noticia hasta bien entrada la noche. Queda claro que en Euskal Herria hay muchas cosas de las que no se puede ni hablar.
Desalojo y reokupación
La mañana del 17 de agosto, después de una larga noche de presiones y coacciones, las 6 personas que continuaban colgadas al tejado y cerradas a los búnquers fueron finalmente detenidas y desalojadas. Paralelamente a las calles de la ciudad se producían enfrentamientos y agresiones policiales. Las convocatorias eran múltiples, con asambleas, reuniones, caceroladas y concentraciones ante las instituciones públicas y privadas responsables del desalojo. Pero a media tarde del 17 de agosto reaparecía, para sorpresa todas, 6 personas que habían conseguido reokupar el Euskal Jai y se encontraban en lo alto de la estructura del frontón. La resistencia continúa con la convocatoria de una nueva manifestación a última hora de la tarde. Se hace un llamamiento a todo el mundo para que vaya hacia la ciudad, puesto que durante toda la semana continuarán los actos de resistencia.
Durante la semana se han ido sucediendo reokupaciones por sorpresa, concentraciones, actos de apoyo, comunicados de solidaridad de asociaciones, colectivos y organizaciones diversas, remarcando de forma especial el apoyo de muchos vecinos y vecinas del casco antiguo de Pamplona y de la Asociación de Vecinos Alde Zaharreko.
Un frontón con casi un siglo de historia
En 1977, la empresa EuskalJai S.A. decidió cerrar el frontón con casi un siglo de historia para abrir otro trinquete, el Euskal Jai Berri de Huarte ; es en esos momentos cuando empieza una disputa entre esta empresa y el Ayuntamiento de Iruña puesto que este último, por aquel entonces, quería comprarlo con el objetivo de que continuase cumpliendo la misma función ; es más, en 1988 la empresa decide derribar la cubierta del frontón y las gradas, con el objetivo de acelerar su deterioro y provocar una declaración de «edificio en ruinas», para así poder llevar adelante sus objetivos especulativos. Más concretamente, en los alrededores del 1993 la empresa EuskalJai S.A. y Saide (propietaria del solar que ocupa la Escuela Navarra de Teatro) elaboraran un proyecto especulativo de construcción de viviendas en estos solares. Así es que durante mayo de 1994, después que el antiguo Euskal Jai hubiera pasado 17 años en ruinas, sirviendo de refugio para ratas y picadero de yonquis, se okupó por la Iruñeko Gazte Asanblada (I.G.A.), es decir la Asamblea de jóvenes de Iruña.
Durante los intentos de desalojo de estos jóvenes, se tiene que hablar y criticar que la policía (apoyada lógicament por el ayuntamiento y la empresa) destrozó todo el inmueble (durante un tiempo fué escuela de pelota vasca), echando paredes, destrozando la instalación eléctrica, destrozando el techo, etc., pero lo que más llama la atención son los enormes agujeros que se abrieron en el suelo del trinquete ; todo esto sólo con el único objetivo de inutilizar el espacio, puesto que dudamos del interés de la empresa en el frontón, son los dineros que puedan sacar con lo que están interesados. Durante 10 años, tras lo cual continúa vivo como Gaztetxe de Iruña.
Se recuperó el frontón (pintándolo, construyendo un techo nuevo, luz, tierra de polideportivo) con una obra que supuso la mayor inversión del centro social, peró que ha valido la pena. Además de jugar a pelota, se podía jugar también a fútbol y a basquet tras haber construido cestas y porterías. En el que antaño fue la escuela de pelota, la gazte asamblada hizo una taberna, un comedor popular vegetariano de lunes a sábado ; en el primero piso del edificio cine todos los domingos gratis, también se creó una distribuidora alternativa, una sala de serigrafía y un estudio de fotografía ; pero sobre todo, este espacio servía como punto de encuentro y reuniones, no sólo de colectivos populares, sino que también de los jóvenes de Iruña. Todo esto se gestionado desde una assamblea de la que todo el mundo que lo deseaba podía formar parte.
Iruñeko Gazte Asanblada
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