En la tarde de ayer, 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, miles de personas recorrieron las calles de Madrid para conmemorar esta fecha y recordar que aún queda mucho camino que andar para alcanzar la igualdad. La manifestación partió de la plaza Jacinto Benavente a las siete y media de la tarde, abarrotando la calle Atocha al ritmo de la música y ofreciendo a las madrileñas y madrileños el colorido de cientos de banderas y pancartas de los distintos colectivos, sindicatos y partidos.
En la tarde de ayer, 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, miles de personas recorrieron las calles de Madrid para conmemorar esta fecha y recordar que aún queda mucho camino que andar para alcanzar la igualdad. La manifestación partió de la plaza Jacinto Benavente a las siete y media de la tarde, abarrotando la calle Atocha al ritmo de la música y ofreciendo a las madrileñas y madrileños el colorido de cientos de banderas y pancartas de los distintos colectivos, sindicatos y partidos.
En un ambiente festivo, pero no por ello menos reivindicativo, las y los manifestantes corearon multitud de consignas. No faltó el clásico “¡Que viva la lucha de las mujeres !”, al que acompañaron otros menos convencionales como “¡estamos hasta las tetas de políticos chuletas !”, “¡trabajo nos sobra, queremos dinero !” o “¡no me duele la cabeza : es que no quiero follar !”. En el acto estuvieron representados todos los grandes temas relativos a la cuestión del género. Por supuesto, el de cuidados (viéndose pancartas alusivas como “comemos, dormimos, follamos, cuidamos”) y el de “a igual trabajo, igual salario”, pero también el de la legalización de la prostitución, con opiniones a favor y en contra (destacando entre estos últimos una pancarta de la Concejalía de la Mujer de Torrejón). También estuvieron presentes colectivos de lesbianas, pudiéndose oír el clásico eslogan “soy lesbiana porque me gusta y porque me da la gana”.
El sector más animado de la marcha fue, sin duda, la cabecera, precedida por una furgoneta con música y con dos pancartas : “cuando la vida se precariza, los derechos no se mendigan, se inventan” y “por una reorganización social del cuidado”. La manifestación llegó a la glorieta del Emperador Carlos V alrededor de las diez de la noche, donde se leyó un manifiesto, dándose por concluido el acto tras la lectura.
Fuente: Redacción. Fotos : David Fernández