En 2005 se registraron al menos 2.148 ejecuciones, el 80% de ellas en China
Más de 20.000 personas esperan en estos momentos su ejecución entodo el mundo. Esta es la denuncia que realizó hoy Amnistía Internacional en su último informe sobre el uso de la pena de muerte a nivel mundial. En el documento también se recogen las cifras de ejecutados el pasado año. Al menos 2.148 personas murieron de esta forma, aunque el dato no es del todo exacto por el secretismo que rodea en muchos casos a la aplicación de estas condenas. Sólo China acumula el 90 por ciento de las ejecuciones de 2005.
En 2005 se registraron al menos 2.148 ejecuciones, el 80% de ellas en China

Más de 20.000 personas esperan en estos momentos su ejecución entodo el mundo. Esta es la denuncia que realizó hoy Amnistía Internacional en su último informe sobre el uso de la pena de muerte a nivel mundial. En el documento también se recogen las cifras de ejecutados el pasado año. Al menos 2.148 personas murieron de esta forma, aunque el dato no es del todo exacto por el secretismo que rodea en muchos casos a la aplicación de estas condenas. Sólo China acumula el 90 por ciento de las ejecuciones de 2005.

Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional, explicó que son 20.000 las personas que están condenadas a muerte en estos momentos. En 2005, 2.148 personas murieron en 22 países y se condenó a otras 5.186 en un total de 53 países. Y son datos que ni siquiera son los totales, ya que en muchos países se gestionan estas cifras con secretismo y no publican estadísticas oficiales completas.

Es el caso de China, un país en el que se producen casi el 80 por ciento de todas las ejecuciones de todo el mundo. En ese país se puede decretar una ejecución hasta por 68 delitos, entre los que están el fraude fiscal o la malversación de fondos. AmnistíaInternacional tiene datos que hablan de ejecuciones en furgonetas con la asistencia de personal médico para extraer con la mayorrapidez los órganos de los ejecutados. Esta cuestión es, para este colectivo, un incentivo para que la pena de muerte siga vigente.

Entre China, Arabia Saudí, Estados Unidos e Irán, se ha ejecutado al 94 por ciento de las personas que murieron de esta forma e 2005. Irán es el único en el que se han ejecutado a menores (ocho fueron condenados a muerte por hechos cometidos sin ser mayores de edad y dos incluso fueron ejecutados con menos de 18 años). Estados Unidos prohibió esta práctica, una decisión que supone «uno de los hitos supremos en el camino hacia la consecución de un logro notable en materia de derechos humanos, la abolición mundial de la pena de muerte para menores», según explicó Khan.

Procedimientos inhumanos

La secretaria general de Amnistía Internacional denunció que hay»procedimientos inhumanos» que agravan las condiciones de vida de los condenados a muerte. Bielorrusia y Uzbekistán no comunica por adelantado, ni a los presos ni a sus familias, las fechas delas ejecuciones y ni siquiera se les entrega el cadáver. Khan también destacó las consecuencias de los juicios injustos y recordó que en Japón se ha condenado a muerte a varias personas tras arrancarles mediante torturas las confesiones por delitos que no habían cometido.

«La pena de muerte no constituye un freno especial contra la delincuencia», aseguró Khan, que solicitó a los gobiernos que busquen otras medidas efectivas contra este fenómeno. En todo caso, la tendencia es positiva. Amnistía Internacional afirma que en los últimos 20 años se ha reducido a la mitad el número de países que aplican la pena de muerte y, por cuarto año consecutivo, ese número ha descendido. México y Liberia son los últimos países que han anunciado la abolición de estas condenas.

Hasta 43 países tienen prohibido en sus constituciones de forma expresa la pena de muerte. En España, Amnistía Internacional solicita que se elimine la mención expresa a la pena de muerte que aparece en la Carta Magna. Son dos los españoles que se encuentran condenados a muerte en el mundo. Pablo Ibar permanece en el corredor de la muerte de la prisión de Starke, en Florida (Estados Unidos) y Nabil Manakli, un español de origen sirio, fue condenado en 1997 en Yemen acusado de organizar un grupo armado. Amnistía Internacional cree que éste pudo sufrir torturas para confesar.


Fuente: OTR/PRESS