Desde el 4 de julio de este año, 200 mineros de Jbel Awam mantienen una huelga y acampada junto a la mina, exigiendo la reincorporación de los despedidos, la igualdad salarial y laboral entre los fijos de plantilla y los contratados. A éstos, que hacen trabajo de mineros, bajo tierra, no se les reconoce como tales y se les trata como trabajadores de superficie, lo que está suponiendo que los entre 14 y 16 accidentes de trabajo al mes no tengan ninguna cobertura para los trabajdores de la subcontrata. 4 accidentes mortales al año atestiguan la explotación salvaje y criminal de la Sociedad de Minas, propietaria de la mina.

Desde el 4 de julio de este año, 200 mineros de Jbel Awam mantienen una
huelga y acampada junto a la mina, exigiendo la reincorporación de los
despedidos, la igualdad salarial y laboral entre los fijos de plantilla y
los contratados. A éstos, que hacen trabajo de mineros, bajo tierra, no se les
reconoce como tales y se les trata como trabajadores de superficie, lo que
está suponiendo que los entre 14 y 16 accidentes de trabajo al mes no
tengan ninguna cobertura para los trabajdores de la subcontrata. 4
accidentes mortales al año atestiguan la explotación salvaje y criminal de
la Sociedad de Minas, propietaria de la mina.

Agustín Gomez, responsable de RRII con el Maghreb de la CGT, realizó una
visita a la acampada de los mineros, durante la que tuvo lugar una asamblea donde se
expusieron los problemas antes descritos. También se habló de la polución
que causa la mina, que está envenenando el río, sorprendiendo la
conciencia ecologica de los trabjadores que, al mismo tiempo que trabajan
en la mina, mantienen su relación con la tierra. También denunciaron la
falta de apoyo de su propio sindicato, la UGTM, habiendo incluso hecho dos
concentraciones frente a la sede de éste en Meknes denunciando la
falta de apoyo a los propios trabajadores afiliados de la mina.
La lucha continúa ; la acampada de los 200 mineros que resisten la lucha,
también, manteniéndose a la espera de las últimas negociaciones.


Fuente: Milouda El Hankari