Jornada de "Filosofía para docentes", curso organizado por CGT
La ciencia se basa en un modelo universal de "hombre, blanco y heterosexual", un patrón que sitúa en un plano inferior a otras opciones presentes en la naturaleza. María José Barral, profesora del Departamento de Anatomía e Histología Humanas de la Universidad de Zaragoza, dirigió ayer en Huesca una sesión del curso "Filosofía para docentes" centrada en el androcentrismo en la ciencia. En su ponencia ofreció numerosos ejemplos de que la ciencia, lejos de ser neutra, "se adapta a la sociedad y la cultura".
Jornada de «Filosofía para docentes», curso organizado por CGT

La ciencia se basa en un modelo universal de «hombre, blanco y heterosexual», un patrón que sitúa en un plano inferior a otras opciones presentes en la naturaleza. María José Barral, profesora del Departamento de Anatomía e Histología Humanas de la Universidad de Zaragoza, dirigió ayer en Huesca una sesión del curso «Filosofía para docentes» centrada en el androcentrismo en la ciencia. En su ponencia ofreció numerosos ejemplos de que la ciencia, lejos de ser neutra, «se adapta a la sociedad y la cultura».

HUESCA.- «La ciencia no es neutra. La hacen los seres humanos, miembros de una sociedad, y por eso el discurso se adapta a la sociedad y la cultura». María José Barral, profesora del Departamento de Anatomía e Histología Humanas de la Universidad de Zaragoza, argumentó esta idea con numerosos ejemplos en una jornada de «Filosofía para docentes», curso organizado por el sindicato CGT que tiene lugar en Huesca.

En la ponencia «Androcentrismo en la ciencia», defendió que el discurso dominante se articula desde el Primer Mundo y se basa en «un modelo universal de hombre, blanco y heterosexual». Centrándose en la biomedicina, disciplina que le es más cercana por su formación, llamó la atención sobre «cómo se han destacado las diferencias entre animales y hombres, y se ha diferenciado también dentro de los humanos. Y cuando se hacen diferencias se sesga», aseguró. Frente a la imposición de un modelo, afirmó que «la ciencia es mucho más diversa, como es diversa la naturaleza».

En su exposición llamó la atención también sobre lo que se asume como normal y lo natural. «Muchas veces no tienen que ver, porque el mundo es mucho más diverso, y la norma es un concepto estadístico, que es lo que le pasa a la mayoría. Pero hay minorías a las que hay que poner de manifiesto, porque también enriquecen a la ciencia», destacó.

En su exposición, María José Barral aportó documentos sobre mensajes subliminales discriminatorios con la mujer en textos científicos de nivel alto. En concreto, se centró en algunos estudios realizados sobre los cerebros de hombres y mujeres y en sus posibles diferencias. Más que por sexos, la doctora defiende que se establezca la distinción según las personas. «Los cerebros son individuales, y cada individuo es único», asegura.

Significativo es también el hecho de que la mayoría de los manuales de Medicina se ilustran con figuras humanas de hombres blancos. Aunque hay pequeñas aperturas, Barral detecta aún «una resistencia a cambiar el discurso jerárquico». Junto a esto, aprecia también «una crítica constructiva desde el mundo científico y las Humanidades y la Filosofía». Entre los críticos mencionó una corriente de científicos feministas «entre la que también hay hombres».


En la imagen : María José Barral, profesora de Anatomía e Histología en la UZ


Fuente: Sara CIRIA | www.diariodelaltoaragon.es