El pasado 19 de enero nos fue comunicado el despido de nuestro compañero Manuel Carro, después de casi 17 años trabajando en la fábrica de Michelin en Vitoria-Gasteiz.
Una noticia que recibimos con mucha sorpresa, impotencia e indignación, dada su trayectoria profesional intachable, su integridad, su compañerismo y su fiel compromiso con la defensa de los derechos de los y las trabajadoras.
Alegando una supuesta imprudencia en materia de seguridad -al intentar solucionar un atasco para poder sacar la producción adelante-, la empresa esgrimió, en su expediente sancionador, una serie de hechos que desvirtúan la realidad de lo acontecido, los cuales, ya de por sí, por experiencia y teniendo en cuenta que es la primera vez que es sancionado, quedarían muy lejos de poder considerarse motivo suficiente de despido.
Pero los que le conocemos, sabemos que, además de desproporcionado, este despido ha sido buscado, con mala saña, por unos responsables jerárquicos empeñados en castigar con la máxima pena su ejercicio del derecho a la huelga, su denuncia constante de situaciones de riesgo para la seguridad y la salud, su labor de concienciación sindical, y el hecho además de ser muy querido y respetado por sus compañeras y compañeros.
Hijo de minero, leonés de 46 años, en 2017 recibió una medalla, no precisamente de Michelin, sino al Mérito de Protección Civil, por jugarse la vida salvando la de otra persona atrapada en una vivienda incendiada y evitando que el fuego se propagase a las viviendas colindantes en La Puebla de Arganzón (Burgos), lugar donde reside nuestro compañero. Como dice el proverbio, nuestros actos nos definen, y con mucho orgullo tenemos que decir que este es tan sólo uno de ellos.
Manu hizo sus alegaciones, mostrando su disconformidad con los hechos imputados e instando a la empresa a poder aclararlos de una manera cordial. Petición que no fue atendida por esta, y que ha vuelto a ser rechazada por la misma junto a una solicitud de readmisión a instancias de las secciones sindicales de CGT, ESK, ELA y LAB.
Un claro caso de DESPIDO DESPROPORCIONADO, INJUSTO Y ARBITRARIO. Nos veremos en las calles y en los juzgados.
Si nos tocan a un@s, nos tocan a tod@s
MANU READMISIÓN ¡¡YA!!
Fuente: Sección sindical de CGT en Michelin Vitoria-Gasteiz