Artículo publicado en Rojo y Negro nº 397, febrero 2025
Las mujeres, que sostenemos la vida, decimos basta y tomamos las calles para reclamar autonomía, justicia social y la abolición de un sistema que nos oprime. Ponemos en el centro de nuestra vida y de nuestra lucha los cuidados, porque sin ellos no hay vida, no hay economía y no hay futuro. El sistema cis-heteropatriarcal y capitalista nos ha explotado haciéndonos asumir los cuidados, invisibilizándolos y relegándolos a las mujeres e identidades feminizadas. Este sistema se sostiene debido a una división injusta: mientras unas producen bienes y servicios, otras tantas se ven forzadas a sostener la vida mediante el trabajo reproductivo y de cuidados, sin remuneración, sin derechos, explotadas, precarias y sin reconocimiento social. Bajo la excusa del amor y la obligación sociocultural, el capitalismo se apropia de nuestro trabajo para garantizar la mano de obra futura sin asumir los costos.
Nos negamos a seguir sosteniendo solas, explotadas, precarias e invisibilizadas todo el trabajo de CUIDADOS.
EXIGIMOS:
– Cuidados como derecho fundamental: Un sistema de cuidados público, comunitario, universal y gratuito que garantice todos los derechos para quienes sostienen la vida.
– Condiciones laborales dignas también en el sector de los cuidados: Salarios justos, convenios colectivos, estabilidad laboral y acceso a la huelga para todas las trabajadoras del sector, incluyendo la eliminación de la brecha de género en las pensiones y el reconocimiento económico y social de quienes han dedicado su vida a cuidar.
– Acceso a una vivienda digna: Políticas justas de vivienda asequible y acceso a los suministros básicos, ante la crisis habitacional.
– Protección ante cualquier crisis: Medidas de protección en momentos críticos, ya que las guerras, las crisis económicas o los desastres naturales, como la DANA en València, afectan de manera desproporcionada sobre todo a mujeres y personas en situación de vulnerabilidad.
Desde la CGT, también exigimos el fin de la precariedad estructural que nos condena a la explotación y la desigualdad:
– El fin de la división sexual del trabajo y de la brecha salarial y de las pensiones.
– Eliminación de cualquier tipo de violencias hacia las mujeres, personas disidentes, LGTBIQA+….
– Erradicación de sesgos de género en la salud laboral y eliminación del machismo en todas sus formas y manifestaciones.
– Derogación de la reforma laboral y de las pensiones que nos condena a trabajar más allá de nuestras capacidades.
– Derogación de la ley mordaza.
– Establecimiento de una renta básica de las iguales y reducción de la jornada laboral a 30 horas.
– Visibilidad y representación equitativa de mujeres y personas no binarias en todos los ámbitos.
– Una sociedad no capacitista e inclusiva con la diversidad funcional y los cuerpos no normativos.
– Políticas reales de coeducación, formación y sensibilización en igualdad.
– Regularización de todas las personas migrantes y abolición de la ley de extranjería. Cierre de los CIEs y el fin de las deportaciones
– Medidas urgentes frente a la emergencia climática.
Levantamos nuestra voz contra las guerras y genocidios que desgarran comunidades, pueblos y territorios. Exigimos un cese inmediato de cualquier acción bélica, amenazas que se ceban especialmente con las mujeres, niñas y personas no binarias. Condenamos todas las formas de violencia que atenten contra la diversidad y reafirmamos nuestro compromiso con un feminismo inclusivo y transformador que cambie conciencias y construya un mundo libre, justo e igualitario.
Ponemos en el centro la vida de todas las personas, derribando barreras y construyendo puentes de solidaridad.
¡Porque nos sobran motivos para seguir luchando y construyendo un mundo mejor para todas las personas!
JUNTAS SOMOS
MÁS FUERTES
LA LUCHA EN LA CALLE
NOS HARÁ MÁS LIBRES
NOS VA LA VIDA, NOS VAN
LAS LIBERTADES
Fuente: Rojo y Negro