Miles de manifestantes han vuelto a salir a la calle, tanto en Túnez capital, como en distintas ciudades del país, destacando el movimiento de desobediencia civil desarrollado en Sfax. Las manifestaciones son la respuesta a las declaraciones de Farhat Rajhi, ex ministro del interior del gobierno Essebsi, que ha hablado de la preparación de un golpe militar por parte del gobierno en función de los resultados electorales así como del nombramiento como gobernadores de ex miembros del RCD, el partido del dictador Ben Alí.
Agresiones policiales contra periodistas
La actuación policial ha sido brutal, recordando los tiempos de Ben
Alí. El viernes 6 de mayo, el periodista del periódico francófono “La
Presse”, Abdelfattah Belaid, fue agredido por la policía, que le
persiguió hasta el local del periódico, alcanzándole en el tercer piso,
donde le golpearon con una barra de hierro y le quitaron las cámaras de
fotos.
Agresiones policiales contra periodistas
La actuación policial ha sido brutal, recordando los tiempos de Ben
Alí. El viernes 6 de mayo, el periodista del periódico francófono “La
Presse”, Abdelfattah Belaid, fue agredido por la policía, que le
persiguió hasta el local del periódico, alcanzándole en el tercer piso,
donde le golpearon con una barra de hierro y le quitaron las cámaras de
fotos.
Abdelfattah Belaid había tomado fotos de la represión policial contra
los manifestantes en la Avda. Burguiba. El día anterior, jueves,
también fue agredida con un golpe en la cabeza, la periodista de Radio
Kalima, Marwa Rekik,
El proceso revolucionario sigue abierto
La amenaza de golpe militar, que se pretende justificar con una
posible victoria electoral de los islamistas de Nahda, no es más que un
reforzamiento para las posiciones reformistas que pretende una
transición democrática que no ponga en peligro los privilegios de las
clases dominantes y la dependencia del país de la UE y EEUU
Se trata de ir frenando los procesos de autoorganización y de lucha
del pueblo tunecino y consolidar la normalización del estado que permita
llegar a las elecciones del 23 de julio con la situación controlada.
De nuevo se saca la amenaza islamista para intentar justificar la
represión y lo que es fundamental para el poder, frenar el proceso de
lucha y auto organización que sigue vivo en los comités de defensa de la
revolución y en la auto organización de sectores como l@s diplomad@s en
paro que exigen reivindicaciones sociales concretas.
Mouatamid
Equipo de trabajo para el norte de África de la S. de RR. II. de la CGT
Fuente: CGT Norte de África