El 6 de marzo, la Sección Sindical de CGT en el área Metropolitana de Barcelona pidió que se abriera un expediente disciplinario a Francesc Magrinyà Torner, director del área de Planificación Estratégica, por su reiterada falta de respeto a trabajadores/as de esta ÀMB. Esta falta de respeto estuvo produciéndose públicamente hacia su primera secretaria (lo habían escuchado más personas que a quienes se dirigía), llegó a cuestionar de malas maneras y con total falta de sensibilidad los derechos que el personal de la casa tiene por convenio y siguió actuando asediando también a su última secretaria, a quien afectó su salud y estuvo un mes y medio de baja por depresión.

Respecto al caso del maltrato a la primera secretaria, CGT había puesto una demanda de expediente sancionador y, respetando la voluntad de esta, que temía por su futuro profesional en ÀMB, la retiró con la advertencia que si volvían a pasar hechos de este tipo pediría de nuevo que se le abriera un expediente. CGT habló con él para dejarle todo esto muy claro y también con su superior jerárquica, la vicepresidenta Janet Sanz, quién agradeció el gesto y se comprometió a que no pasaría más.

Respecto al caso del maltrato a la primera secretaria, CGT había puesto una demanda de expediente sancionador y, respetando la voluntad de esta, que temía por su futuro profesional en ÀMB, la retiró con la advertencia que si volvían a pasar hechos de este tipo pediría de nuevo que se le abriera un expediente. CGT habló con él para dejarle todo esto muy claro y también con su superior jerárquica, la vicepresidenta Janet Sanz, quién agradeció el gesto y se comprometió a que no pasaría más.

Esta reunión con Janet Sanz fue el 25 de octubre de 2016, pero dos años y tres meses más tarde, el 28 de febrero de 2019 la CGT se tuvo que reunir de nuevo con ella para decirle que este “señor” había vuelto a gritar y vejar a sus empleados/as. La anterior secretaria pudo “huir” de él a inicios del 2017. La nueva secretaria se dio cuenta de cómo iba todo con este personaje y antes del año ya pidió el traslado, aunque después se retractó (es interina). Pero permanecer allí le afectó su salud y finalmente estuvo un mes y medio de baja por depresión.

En marzo de este año, en un primer momento parecía que se abría un expediente informativo al director de Área mencionado, pero enseguida se decidió derivarlo por cuestiones de seguridad y salud,  aduciendo que este era un cargo político y era a su formación -Grup Metropolità Entesa- a quien le correspondía tomar decisiones al respecto de su situación. Esta formación decidió que el trabajo que estaba haciendo era muy bueno y tenía que acabarlo, pero admitía que había un problema relacional con sus subordinados/as por lo que el gabinete de Presidencia del ÀMB asumía directamente a sus trabajadores/as, se le separaba físicamente de este personal y se le prohibía darle instrucciones directas (verse Decreto de Presidencia y anexo al Decreto adjuntados a este correo).

El 8 de abril, un mes más tarde de los hechos relatados, la CGT a las Entidades metropolitanas les ha pedido que se abra de nuevo un expediente sancionador (solicitud registrada en documento anejo), esta vez a Gemma Calvet Barot, directora de la Agencia de Transparencia, por hechos similares de maltrato a las trabajadoras a su cargo, que han llegado a afectar la salud de diversas de ellas e, incluso, provocado la incapacidad laboral temporal de una de ellas por ansiedad.

A día de hoy estamos a la espera de que el Departamento de RRHH actúe protegiendo a las trabajadoras de esta agencia, tal como hizo en el anterior caso.

Gemma Calvet, ya ha tenido algunas actuaciones más que dudosas como el hecho de compaginar el sueldo del ÀMB con la indemnización que reciben los ex-diputados del Parlamento de Cataluña sin trabajo durante un mes y medio aproximadamente. Su gestión ha sido de todo menos transparente, como nada más entrar a la ÀMB trasladar la Oficina de Transparencia de la sede de la ÀMB (en la Zona franca) a un piso de la calle de Madrazo, muy alejado de la institución a la cual sirve; después ha teledirigido concursos en contratación de su personal y les ha hecho la vida imposible asediando con trabajos absurdos o que no corresponden, dando indicaciones contradictorias, metiéndose en la vida personal …

Gemma Calvet se preocupa de aparentar mucho en jornadas a las que invita gente cuando más mediática mejor, pero dirige la Oficina de Transparencia de la manera más opaca posible. Pensamos que la CUP se ha equivocado cuando la ha propuesto como nueva Síndica de Agravios de Cataluña (y ella rápidamente ha aceptado la propuesta en su cuenta de tuiter) a esta persona que presume de enamorada de los Derechos Humanos y no respeta ni siquiera los del personal a su cargo.

Barcelona 15 abril 2019


Fuente: CGT-Prensa Barcelona