La situación de Mali ha venido pasando de preocupante a dramática en los últimos meses, pues las negociaciones por instaurar un nuevo gobierno civil —tras el Golpe de Estado de marzo de 2012— no han podido estabilizarse, y han concluido con la toma del poder de fundamentalistas islámicos (próximos a Al Qaeda) en ciertas zonas del Norte del país, incluyendo la ciudad de Timbuktú.

Su llegada ha motivado a más de ochenta mil habitantes a buscar refugio en la capital, Bamako. Y en el caso particular de los músicos no ha quedado más opción que el éxodo, pues las nuevas autoridades han aplicado con temible rigor la sharía, ley islámica que, entre otras cosas, prohibe la música. Desde septiembre, las radios locales están autorizadas para emitir sólo el recitado de versos del Corán.

Su llegada ha motivado a más de ochenta mil habitantes a buscar refugio en la capital, Bamako. Y en el caso particular de los músicos no ha quedado más opción que el éxodo, pues las nuevas autoridades han aplicado con temible rigor la sharía, ley islámica que, entre otras cosas, prohibe la música. Desde septiembre, las radios locales están autorizadas para emitir sólo el recitado de versos del Corán.

Una reciente nota en el diario español El País (“Los griots ya no cantan en Mali”) detalla la increíble situación de varios músicos que han debido refugiarse en la capital por no poder ejercer su oficio entre su propia comunidad. Según la corresponsal Amelia Castillo, “la música cuenta cada vez con menos espacio para llegar a los ciudadanos. Se han cerrado locales de música en vivo y los estudios de grabación apenas funcionan pero todavía se escuchan orquestas en directo y se han autorizado las Sunun, fiestas de celebración de las bodas que invaden las calles los fines de semana y con las que se ganan la vida muchos músicos”. Su descripción es especialmente triste si se toma en cuenta que Mali es la fuente más rica de música en África, con incontables creadores e intérpretes que han causado sensación en el Primer Mundo. Entre sus músicos más famosos están Ali Farka Toure (ya fallecido), Salif Keita, Toumani Diabaté, Amadou & Mariam (con su último disco en la imagen superior) y Khaïra Arby. Si bien la tensión política y social de Mali es hoy un drama en desarrollo y de urgente resolución, los efectos sobre su escena musical pueden ser también lamentables en un mediano plazo.

Extraido de: http://musicadelmundo.about.com/od/paisesafricanos/a/Mali-En-Silencio.htm


Fuente: About.com