MALAGA, Delegados de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Málaga protagonizaron hoy una «tamborada protesta» para denunciar el «incumplimiento de las normas de seguridad de la empresa de autobuses Portillo», frente a las puertas de los talleres de dicha compañía, según aseguró el secretario de Acción Sindical de la CGT de Málaga, Miguel Montenegro.
Del mismo modo, subrayó que reclamaron con este «acto reivindicativo» que se readmita al delegado de CGT José Antonio García, que fue despedido por «hacer públicas resoluciones de la inspección de trabajo que corroboran estos incumplimientos de la normativa de seguridad».
En este sentido, Montenegro indicó a Europa Press que el 21 de septiembre tendrá lugar el juicio por el despido de este trabajador, donde «se seguirá pidiendo la readmisión del compañero», ya que la empresa de autobuses Portillo «no se pronuncia».
Asimismo, durante las dos horas de «tamborada», también demandaron la retirada de los expedientes disciplinarios que se le ha abierto a algunos trabajadores y el cumplimiento «exhaustivo» del Real Decreto 1561 sobre Jornadas especiales en el Transporte de Viajeros por Carretera.
Al respecto, el secretario de Acción Sindical de la CGT de Málaga explicó que dicho decreto se incumple «en cuanto a horas de conducción y descansos», ya que «cada cuatro horas y media de conducción, cada trabajador debe descansar 45 minutos», pero «esto se incumple a diario en la empresa». Además, incidió en que también «se incumplen» los descansos entre jornadas, ya que «cuando el trabajador termina un turno debe descansar 12 horas y esto tampoco se respeta».
Igualmente, recordó que todas estas reivindicaciones «no son nuevas», ya que «siguen estando latentes ante el silencio de la empresa», al tiempo que consideró que lo que «es más grave» es «la inseguridad a la que son sometidos tanto trabajadores como usuarios», motivada «por el incumplimiento de las normas en materia de horas de conducción o descansos».
Por todo ello, hizo hincapié en que desde CGT seguirán denunciando «públicamente» las actuaciones de Portillo y solicitando el «cumplimiento» de la legalidad vigente, aunque «garantizar la seguridad suponga un aumento de costes para la empresa», derivado, matizó, «de tener que realizar nuevas contrataciones y mayores inversiones».
Finalmente, el secretario apostilló que la respuesta de Portillo a las reivindicaciones de la CGT, que se llevan haciendo desde diciembre de 2002, es «represaliar» y «castigar» a los delegados de la confederación.
Fuente: Fuente EP