Su trabajo en el campo, cuando la zafra, esclavo de intensidad, su vida “a borde”en los bateyes, sus deudas interminables y de allí la imposibilidad hasta de volver en Haití, todas las trabas que se le infligen entonces los dueños capitalistas e intermediarios a sueldo, la dominación permanente, aplastante, deshumanizante que sufren diariamente... han sido ampliamente documentados. Las huellas corporales, en las manos sobre todo, los pies, pero también en los espíritus, en sus espacios, en la memoria de esta “vida”, junto con su familia, fotografiados, estudiados: una silenciosa crueldad emane. Mencionado igualmente el papel a menudo criminal de las autoridades dominicanas en ese tráfico de esclavos modernos: menos, aquel de las autoridades haitianas, a pesar de que esté poco a poco más claramente evidenciado, la venta de humanos, los beneficios… Algunos, a veces con coraje, denuncian la función de las clases dominantes de ambos países, sádica. Más y más, igualmente, se exhibe la ausencia de dicho ¡“Ministerio de los Haitianos viviendo en el extranjero”! El cual, desde el punto de vista de los cortadores de caña en república vecina, es una abstracción surrealista, una afrenta.
Se conoce menos de su organización. Desviados por la propaganda de los “intelectuales”, se conoce menos sus luchas. Actualmente agrupados en la “Unión de Trabajadores Cañeros de los Bateyes – UTC ”, tuvieron, el fin de año pasado, un Congreso de Delegados (dos por batey) donde fuimos invitados. Todo empezó con el cierre de varias centrales azucareras y la pérdida consecuentemente de sus hogares, aún allí tan miserable. Se encontraban entonces… a la calle.
Se conoce menos de su organización. Desviados por la propaganda de los “intelectuales”, se conoce menos sus luchas. Actualmente agrupados en la “Unión de Trabajadores Cañeros de los Bateyes – UTC ”, tuvieron, el fin de año pasado, un Congreso de Delegados (dos por batey) donde fuimos invitados. Todo empezó con el cierre de varias centrales azucareras y la pérdida consecuentemente de sus hogares, aún allí tan miserable. Se encontraban entonces… a la calle.
“¡E’ pa’ fuera que van!” dijo Leonel Fernández en una de sus últimas campañas, apuntando hacia un aumento substancial de las próximas olas de ataque. Lógicamente, para los cortadores de caña haitianos en República Dominicana, esto significaba, tal vez inmediatamente, su expulsión. Pero ¿hacia dónde? Algunos no hablan el kreyòl, varios no saben de qué parte de Haití provienen, la mayoría está en la azucarera desde los ’70, algunos desde ¡1941! Durante estos tres últimos meses, con todo lo arbitrario, ilegal y altamente inhumano que conocemos, se ha expulsado a más de 20,000 (¡veinte mil!) trabajadores haitianos de la República Dominicana. ¿Cómo han sido recibidos? ¿Dónde están ahora?
Enfrentando todos los riesgos (policía y represión, súbita muerte e inagotables llantos de sus parientes…) los cortadores de caña haitianos en la República Dominicana se encontraron y, con la participación incondicional de un amigo dominicano, de hecho llamado “Nuestro amigo”, quién creció con ellos en uno de los bateyes, hijo de uno de los técnicos allí empleado. Juntos, han construido firmemente la UTC. Reclaman pensión, casa, acceso a centros de salud para toda la familia, educación para sus hijos…
Pobres, los que creen que el tratamiento de los trabajadores haitianos en la República Dominicana se resolverá en seminarios o, ¡peor!, por medio de trámites… ¡entre gobiernos!
Aún en un momento histórico “progresista”, los intelectuales pequeño-burgueses se quedarán muy lejos de las propuestas de estos camaradas, verdadera clase obrera internacional, proletario universal destacado en tierras cualquieras… Para ellos, la “democracia representativa” está naturalmente cuestionada. Fenómeno internacionalmente en auge, lo que se proponen, lo que se propone, se reivindica, es el principio “…En todo momento destituible” : el escogido debiendo en todo momento, periódicamente y estrictamente, dar cuenta de su trabajo, según para lo que colectivamente se le delegó. Control de masa, concretamente frente a la sutil “democracia representativa” – ¡ratas! – criminal de hecho.
En estos últimos días, han tratado de realizar una marcha. Cerca de 4,000 (¡cuatro mil!) cortadores de caña haitianos en la República Dominicana, frente a todo riesgo, acompañados por los Dominicanos verdaderos camaradas y simpatizantes, se movilizaron de una plaza pública cercana al palacio presidencial. Fue lógicamente bloqueada, brutalmente, algunos metros después de salir. Nuestros amigos nos dejaron saber sin embargo de su firme intención de proseguir con la lucha. Única manera para ellos de “existir”.
¡LA LUCHA ACABA DE EMPEZAR!
Fuente: RRII CGT