Somos pacientes, sabemos esperar y tenemos esperanza ciega en el fiscal ». Así de firme se mostró ayer Antonio Ortíz, miembro de la Coordinadora de Colectivos Afectados por el Pimic, el Plan de Integral de Mejora de las Instalaciones del Ciemat, al salir de la Fiscalía de Medio Ambiente. Hasta allí había acudido acompañado por Miguel Yuste, representante de la Coordinadora, y Concepción Denche Morón, concejala de IU para temas de Medio Ambiente, entre otros.
El objetivo de la Coordinadora es claro : frenar, al menos de manera « cautelar » las distintas operaciones de descontaminación que está llevando acabo la antigua Junta de Energía Nuclear, el Ciemat. « No se puede seguir con dicho proceso hasta que se haga un cálculo exacto del inventario radiológico de la zona », explicaba Ortiz, « que debe ir acompañado por un estudio epidemiológico que palíe de algún modo esta situación de preocupación ». Esta petición se produce tras la aparición, el pasado mes de febrero, de trazas de Plutonio-239, Americio-241 y Radio-226 junto a los columpios de la zona deportiva del Ciemat.
Plutonio peligroso
« El Plutonio-239, el utilizado para armamento nuclear, dura más de 20.000 años y no es de origen natural, siendo altamente contaminante », explicaba Yuste. « Es por ello que la suspensión cautelar es necesaria, ya que la zona nunca ha estado acotada ni protegida », afirmaba.
Tras la aparición del plutonio junto a los columpios, el tobogán y el balancín donde juegan los niños de los empleados del Ciemat, dos trabajadores han anunciado que sus hijos, un niño de 4 años y una niña de 11, tienen leucemia, reconoció Yuste. Pero aún así « al 90 % de los trabajadores les sigue interesando más mantener el puesto de trabajo que la salud », se lamentaba.
Otra de las peticiones efectuadas es la « unificación de sondeos » del Ciemat, ya que los dos estudios sobre radiactividad hechos en 1994 y 2003 a petición del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) fueron « totalmente dispares ». Según Yuste, pese a que el estudio de 1994 presentaba datos sobre radiación 154 veces mayores que el de 2003, el CSN se decantó por el estudio que determinaba los índices más bajos de radiactividad para perfilar la descontaminación, lo que parece « querer ocultar el peligro ». Para Concepción Denche, estos hechos son una muestra de que « la energía nuclear es el gran fracaso del siglo XX, un peligro que deja residuos para centenares de años ».
A la Fiscalía también acudió Luis González, analista de la Depuradora de La China que fue despedido de la misma tras denunciar que un compañero enfermó al trabajar con agua procedente del Ciemat.Tras recurrir legalmente y ser declarado « nulo » su despido, Luis declaró que no le dejan reincorporarse, por lo que cobra « por no ir a trabajar ».
Fuente: LUIGI BENEDICTO BORGES/El Mundo