Mañana, 22 de julio de 2004, usuarios de los autobuses de la empresa DAMAS se manifestarán en el Aljarafe sevillano. La convocatoria la realizan Asociaciones de Vecinos de las localidades afectadas, en concreto la de Bormujos y el Centro Cívico de Nueva Sevilla. La CGT apoya esta iniciativa.
La manifestación comenzará en Bormujos, ante el Supermercado de la cadena MAS que se halla en la última glorieta en dirección a Bolllullos. Tras recorrer algunos kilómetros, finalizará en la Glorieta de la Inmaculada en Castilleja de la Cuesta. El comienzo está previsto que se realice a las 20h00.
Según nos han comunicado fuentes de las citadas organizaciones, el servicio que presta la empresa DAMAS se ha visto ampliamente afectado por la huelga que mantienen los trabajadores de la empresa, pese a que ésta califique el seguimiento como escaso. La huelga que los conductores de DAMAS mantienen desde hace ya 59 días se ha sumado a una situación que ya antes era considerada por estas mismas fuentes como deficiente. Según nos informan, la empresa no ha sustituido nunca con celeridad los autobuses averiados y además no responde a las demandas expresadas por los usuarios desde los colectivos sociales de la comarca del Aljarafe.
La CGT apoya de manera activa esta iniciativa de los usuarios, así como cualquier otra iniciativa que surja en protesta contra la empresa DAMAS y sus métodos, como la de las 5.000 firmas recogidas de los usuarios solidarizándose con las trabajadores de DAMAS y sus reivindicaciones. Estas reivindicaciones están asimismo apoyadas por unanimidad en el pleno de la Diputación Provincial de Sevilla de 24 de junio, así como por el del pasado miércoles en el Ayuntamiento de Sevilla, del mismo modo por unanimidad.
Hemos de recordar aquí que los profesionales que trabajan conduciendo los autobuses de la empresa DAMAS no llevan casi dos meses en huelga por afán propagandista, dejando de percibir sus salarios y pasando calor en su acampada ante la estación, sino porque ya están hartos de las abusivas jornadas laborales, porque temen por la seguridad de los viajeros y porque han dicho basta a la persecución sindical que sufren en la empresa que les ha costado ya siete despidos. Los trabajadores están dispuestos a enseñar a cualquier ciudadano los tacógrafos que demuestran estas irregularidades.