Los trabajadores de la empresa de limpieza Clece aseguraron ayer que no finalizarán la huelga hasta que no se regule su situación, y especialmente, “hasta que no cambie el contrato de fijo-discontinuo a fijo de al menos el 50% de la plantilla”.

Los trabajadores de la empresa de limpieza Clece aseguraron ayer que no finalizarán la huelga hasta que no se regule su situación, y especialmente, “hasta que no cambie el contrato de fijo-discontinuo a fijo de al menos el 50% de la plantilla”.

Así, ayer por la mañana se celebró en la Facultad de Derecho una asamblea en la que participaron los sindicatos implicados (UGT, CCOO y CGT), el comité de empresa de Clece y la Universidad de Málaga “con la intención de llegar a una acuerdo definitivo”, según informaron fuentes sindicales. El comité de empresa reclamó una equiparación salarial con los empleados del grupo de limpieza de la UMA, así como la conversión del contrato para un 50% de la plantilla.

«Esta es una situación muy inestable, ya que sólo un tercio de los trabajadores tienen contrato fijo, y a los dos tercios restantes los echan en las vacaciones navideñas, Semana Santa y verano. El problema es que en estas fechas el servicio requiere de más gente, por lo que contratan a otros que no pertenecen a la empresa», apuntaron las mismas fuentes.

A pesar de que la Universidad está dispuesta a mejorar las condiciones de la contrata para el año que viene, el resultado de la asamblea no fue satisfactorio para el comité de empresa de Clece, que no cede en su petición del cambio del tipo de contrato para un 50 por ciento del personal ya que «llevamos de 15 a 16 años siendo fijos-discontinuos y viendo como en verano nos echan y nos quedamos en paro», señaló la presidenta del comité, Africa Cotta.

Asimismo, los trabajadores de esta empresa de limpieza pidieron llegar a «cosas más concretas que certifiquen estos cambios con seguridad». Aún así, señalaron que «el acuerdo no puede estar lejos, ya que sólo queremos que se pueda asegurar el cumplimiento que, por ahora, no tienen muy claro».

La UMA demanda una solución

Por otro lado, la rectora de la Universidad de Málaga (UMA), Adelaida De la Calle, manifestó hoy que la huelga de limpieza «es un conflicto entre los trabajadores y la empresa, cuyo su deber es negociar con ellos», y aseguró que si no se llega pronto a un acuerdo «reclamaremos directamente a la empresa el servicio contratado».

De la Calle explicó que, «a la vista de que no había un acuerdo concreto, la UMA decidió intervenir como mediadora en el conflicto», por lo que se adquirió el compromiso de modificar el pliego del concurso para la empresa de limpieza, que tendrá lugar el próximo mes de diciembre, «con el fin de incorporar el mayor número de reivindicaciones de los trabajadores».

A este respecto, indicó que, tras la reunión que mantuvieron esta mañana el comité de empresa, espera que «se llegue a buen camino, ya que nuestro compromiso es serio y riguroso», y añadió que en Cádiz se produjo un caso similar, en el que finalmente intervino la Consejería de Ciencia y Desarrollo Tecnológico de la Junta de Andalucía para garantizar los servicios mínimos, correspondientes al 15 por ciento de los contratados.

Así, indicó que hubo un acercamiento de los representantes sindicales de la UMA y los de la empresa, que finalmente no se reflejó en un acuerdo definitivo, al tiempo que aseguró que no se están cumpliendo los servicios mínimos por lo que ha sido necesario cerrar el Pabellón de Deportes de la UMA.

La rectora hizo un llamamiento a la «sensatez», y explicó que los trabajadores tienen derecho a reivindicar mejoras a la empresa, «por lo que tienen todo mi respeto», pero matizó que «dicho respecto debe ser mutuo, ya que no se puede hacer huelga provocando un efecto contrario, ensuciando».