Los sindicatos de Saint-Gobain Cristalería han convocado dos semanas de paro, tras constatar ayer el bloqueo de la negociación colectiva y donde la parte social esperaba conseguir importantes avances después de un par de lustros de moderación salarial. La decisión se adoptó por unanimidad de todos los sindicatos presentes en la mesa negociadora. Los paros se celebrarán en dos rondas. La primera consistirá en cinco paros de dos horas de duración. La segunda tanda será de tres paros de cuatros horas. Los paros se repetirán en cada uno de los turnos de producción.
La dirección de Saint-Gobain sólo ofrece un incremento salarial del IPC, insuficiente para las centrales La primera ronda de paros comenzará el próximo 26 de abril
Empresa y sindicatos tendrán una oportunidad de reconducir la situación antes del inicio de las movilizaciones. Será el próximo martes, 19 de abril, cuando las dos partes se reúnan en el Servicio Interconfederal de Medicación y Arbitraje (SIMA) para intentar acercar las posiciones, algo que no se ha producido hasta la fecha. De confirmarse ese día la falta de acuerdos, los primeros paros se iniciarían el día 26 y durarían hasta el día 30, ambos inclusive. Posteriormente, se realizaría un nuevo intento de retomar el diálogo y, de fracasar, habría una nueva ronda de paros en la segunda semana de mayo.
La dirección de Saint-Gobain Cristalería no realizó ayer ningún tipo de comentario sobre la situación del convenio. Por su parte, desde los sindicatos se explicaban las medidas adoptadas por la « falta de avances desde la empresa y la imposibilidad de avanzar en cualquier campo ».
Convenio complejo
La negociación del convenio de Cristalería comenzó el pasado 1 de febrero. Se trata de un acuerdo de ámbito nacional, que afecta a varias fábricas en España, si bien el centro de Avilés es uno de los más importantes. Los sindicatos planteaban una plataforma unitaria, recuperando la unidad de acción en la compañía. Comisiones, UGT, USO y CGT (sin delegados en Avilés, pero con representación en otras fábricas) planteaban una reducción de la jornada laboral en ocho horas por cada año de duración del convenio, el aumento salarial del IPC más un punto, con revisiones de la inflación en cada ejercicio ; incluir el contrato relevo y que los trabajos en sábado tuviesen un tratamiento diferenciado, como sucede con el domingo.
Las propuestas sindicales eran rechazadas de plano por la empresa que, como máximo, ofrecía aumentos salariales del IPC. El resto de puntos ni se trataban. Por su parte, la empresa planteaba negocaciones sobre movilidad en las plantas y la propia organización del trabajo, sin que se llegasen a alcanzar acuerdos.
Ya a principios de mes, el último comunicado conjunto de la comisión negociadora aseguraba que « la negociación va mal ».
Los sindicatos asumían la idea de movilizaciones y comenzaban a darle forma, aunque antes prefirieron esperar a esta semana de negociaciones. El lunes ya se veía que la convocatoria era inevitable y, ayer, se confirmaba el inicio del conflicto en la negociación del convenio.