Campesinos del Movimiento de los Sin Tierra (MLST) causaron hoy serios destrozos en el Congreso brasileño, donde protestaron por las demoras en el proceso de reforma agraria (EFE)
Un grupo de 1.500 personas -hombres y mujeres del ala más radical del Movimiento de los Sin Tierra (MST), que se apellida Movimiento de Lucha de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MLST)- ’invadieron’ ayer violentamente el Parlamento brasileño, en la capital, Brasilia. Pretendían ser recibidos por las autoridades del Congreso para reclamar la reforma agraria y, ante la demora para gestionar la entrevista, arremetieron contra las puertas del edificio. Un total de 497 campesinos fueron detenidos por el asalto, que dejó numerosos daños y 26 heridos.
Campesinos del Movimiento de los Sin Tierra (MLST) causaron hoy serios destrozos en el Congreso brasileño, donde protestaron por las demoras en el proceso de reforma agraria (EFE)
Un grupo de 1.500 personas -hombres y mujeres del ala más radical del Movimiento de los Sin Tierra (MST), que se apellida Movimiento de Lucha de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MLST)- ’invadieron’ ayer violentamente el Parlamento brasileño, en la capital, Brasilia. Pretendían ser recibidos por las autoridades del Congreso para reclamar la reforma agraria y, ante la demora para gestionar la entrevista, arremetieron contra las puertas del edificio. Un total de 497 campesinos fueron detenidos por el asalto, que dejó numerosos daños y 26 heridos.
Armados con hoces, palos y piedras, rompieron todo lo que encontraban a su paso hasta llegar al salón verde del plenario de la Cámara. El balance del enfrentamiento con la policía fue de 26 heridos, algunos con traumatismo craneal. Uno de los guardias del Congreso está internado en un hospital con edema cerebral.
La invasión fue considerada como un acto de vandalismo por los diputados del Gobierno y de la oposición. Nunca el Parlamento había sufrido una agresión semejante. Y de manifiesta violencia : incluso podían apreciarse claramente las manchas de sangre en el suelo mezcladas con los cristales rotos. El presidente del Parlamento, el comunista Aldo Rebelo, llegó a pedir la ayuda del Ejército para detener la revuelta, pero hasta el final hizo todo lo posible para que los agentes de seguridad de la Cámara pudieran contener la refriega.
«Mancha en la democracia»
Los guardias del Congreso intentaron cerrarles el paso y, en medio de la refriega, los campesinos rompieron en pedazos las puertas de vidrio del recinto y luego volcaron un coche que iba a ser sorteado entre los funcionarios y estaba en exhibición. La agresión de los Sin Tierra, revestida de las mismas características que cuando invaden las tierras, fue considerada una “mancha en la democracia”.
Los rebeldes intentaban entregar una carta al presidente Rebelo protestando por no haber sido votada la prometida reforma agraria, pero Rebelo se negó a recibirles y pidió a la policía que detuviera y esposara a los agitadores.
La oposición recordó que el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, al ser elegido en 2002, había calificado de “hermanos” a los Sin Tierra y había afirmado que con él no necesitarían volver a ejercer la violencia porque les iba a dar las tierras. Sin embargo y por el contrario, durante su Gobierno, los Sin Tierra han realizado más invasiones que nunca, argumentando que un Gobierno de izquierdas debía defenderles siempre y a cualquier precio.
El diputado Leone Paván, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), afirmó ayer que los Sin Tierra se habían equivocado de lugar, ya que debían haber ido a protestar al palacio de Gobierno por la reforma agraria que Lula jamás llevó a cabo.
Fuente: JUAN ARIAS/EL PAIS
