Los periodistas de Telemadrid denunciaron ayer una situación de "control e injerencia partidista" sobre los contenidos informativos. Por unanimidad, la asamblea de redactores puso de relieve la "reiterada negativa" de la dirección a establecer cauces de comunicación y debate con el denominado Consejo Provisional de Informativos, creado hace dos meses como respuesta al documental Cuatro días que cambiaron España. Este trabajo, realizado por el subdirector de informativos, José Antonio Ovies, se emitió el pasado marzo, coincidiendo con el primer aniversario del 11-M, y fue interpretado como "el culmen de la tergiversación".

Los periodistas de Telemadrid denunciaron ayer una situación de «control e injerencia partidista» sobre los contenidos informativos. Por unanimidad, la asamblea de redactores puso de relieve la «reiterada negativa» de la dirección a establecer cauces de comunicación y debate con el denominado Consejo Provisional de Informativos, creado hace dos meses como respuesta al documental Cuatro días que cambiaron España. Este trabajo, realizado por el subdirector de informativos, José Antonio Ovies, se emitió el pasado marzo, coincidiendo con el primer aniversario del 11-M, y fue interpretado como «el culmen de la tergiversación».

«Desde entonces», dicen los trabajadores, «la crisis entre la redacción y la dirección de informativos ha adquirido una dimensión insólita» en la historia de la cadena pública. Denuncian «la utilización de Telemadrid en beneficio de intereses partidistas y en detrimento del derecho de los madrileños a recibir una información veraz», y acusan al canal autonómico de rehusar la neutralidad y retroceder en el terreno de la credibilidad.

La dirección de Telemadrid, encabezada por Manuel Soriano, eludió valorar estas acusaciones, aseguró que no hay ningún problema de diálogo y negó toda representatividad al Comité Provisional de Informativos. Este órgano, en opinión de la dirección, «no tiene ninguna validez» ya que «hay un proceso abierto de estudio de un borrador de Estatuto de Redacción que concluye el 5 de julio», y por el momento «la representación formal es del comité de empresa».

Como protesta, el 90% de los periodistas ha optado por no firmar las crónicas. También los consejeros del PSOE han criticado la marcha de la compañía y especialmente «la contratación de redactores afines a la línea del PP para situarlos en puestos de importancia en la redacción».

R. G. G. – Madrid

EL PAÍS