Los obispos instaron ayer a los ciudadanos a votar el próximo 14 de marzo a los partidos que intenten "resolver cuestiones" como la clonación terapéutica, el aborto, la eutanasia (que calificaron de "atentados contra el derecho a la vida") o el divorcio, y que apoyen a la familia y "el verdadero matrimonio", así como "la reglación satisfactoria de la enseñanza religiosa escolar". Es decir, pidieron el voto contra los partidos políticos que no se ajusten a esos planteamientos.

Los obispos instaron ayer a los ciudadanos a votar el próximo 14 de marzo a los partidos que intenten «resolver cuestiones» como la clonación terapéutica, el aborto, la eutanasia (que calificaron de «atentados contra el derecho a la vida») o el divorcio, y que apoyen a la familia y «el verdadero matrimonio», así como «la reglación satisfactoria de la enseñanza religiosa escolar». Es decir, pidieron el voto contra los partidos políticos que no se ajusten a esos planteamientos.

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española emitió una nota sobre las elecciones generales -leída por el secretario general, Juan Antonio Martínez Camino- en buena parte clonada de la postura que los obispos expresaron en la convocatoria de 2000. Ayer como entonces apelaron a «optar por el bien posible», dejando claro que «ninguna de las ofertas políticas» es «plenamente conforme con el ideal evangélico».

Sin embargo, mientras en 2000 la Conferencia Episcopal dijo que «un católico no puede votar a un partido que propugne la violencia o la muerte», incluyendo ahí el aborto o la píldora RU-486, ahora invitan a «la conciencia cristiana» a «estar especialmente atenta» contra esos «atentados». Los obispos respaldan a quienes velen por «la tutela efectiva del derecho a la vida de cada ser humano desde su concepción hasta su muerte». «Declarar que tales acciones serían supuestos derechos civiles», dicen, «significa llamar bueno a lo que es malo».

Además, piden «el apoyo claro y decidido a la familia, fundada en la unión indisoluble de vida y amor de una mujer y un varón, es decir, en el verdadero matrimonio». Solicitan facilitar «el acceso a la vivienda».

La nota episcopal reclama asimismo «la garantía efectiva del derecho de los padres a elegir la educación que desean para sus hijos, garantía que», esgrimen, «exige un apoyo justo a los centros de iniciativa social y la regulación satisfactoria de la enseñanza religiosa escolar».

MIGUEL BAYÓN – Madrid
EL PAÍS