Durante más de cien días, vecinos de pueblos de las Arribes del Duero y de otros lugares de Castilla y León están defendiendo un derecho tan básico como el acceso digno a la sanidad y la salud. Para ellos toda nuestra admiración.
Por esta razón, un amplio grupo de personas y colectivos urbanos y rurales, queremos apoyar de manera visible estas acciones de defensa y dignidad, llevándolas más allá, incluso, de este derecho irrenunciable a la salud.
Estas situaciones que venimos contemplando en los pueblos, forman parte de una historia anunciada, programada y tramada a lo largo de los últimos treinta años.
Por esta razón, un amplio grupo de personas y colectivos urbanos y rurales, queremos apoyar de manera visible estas acciones de defensa y dignidad, llevándolas más allá, incluso, de este derecho irrenunciable a la salud.
Estas situaciones que venimos contemplando en los pueblos, forman parte de una historia anunciada, programada y tramada a lo largo de los últimos treinta años.
Cuando se ha ido decidiendo, por parte de los gobiernos españoles, unirse al entramado económico de la UE, de la OMC, del FMI y otros organismos mundiales a lo largo de estos años, se ha hecho que formemos parte de los mecanismos más perversos que han hecho que el mundo campesino se convierta, en un instrumento de negocio frente al papel que siempre le ha correspondido, y que no es otro que producir alimentos para la humanidad.
Toda la producción de alimentos se ha ido convirtiendo en negocio y economía. Y este negocio económico llamado mercado de los productos alimentarios, solamente ha tenido y tiene una intencionalidad, y ésta es que pueda ganar el más poderoso.
Así ha sido. Y el poderoso, tiene nombre de PAC; tiene nombre de Política Agrícola Comunitaria; tiene nombre de agroindustria; tiene nombre de multinacional.
Cuando con el ejercicio de estas políticas se ha ido expulsando población del medio rural; cuando vemos que esta despoblación ha asolado a multitud de pueblos y ha traído consigo el abandono de multitud de tierras; cuando el envejecimiento ha invertido las pirámides de población y ha roto el equilibrio necesario entre jóvenes y mayores, mujeres y varones, de manera evidente; los mismos que han apoyado, propiciado y ejecutado todas y cada una de estas nefastas políticas económicas y sociales; ahora, quieren ejecutar y desarrollar con toda rapidez, las últimas medidas devastadoras para conducirnos hasta el punto final de una forma de ser, de vivir y de organizarse.
Desorganizan y recortan derechos en Sanidad, en Educación y en Servicios Sociales. Hacen desaparecer estructuras propias e imprescindibles en la vida de los pueblos como son los Ayuntamientos, que es la organización que da posibilidad a la gente de gestionar sus propios problemas, posibilidades y necesidades.
Sobra la política partidista e interesada, propiciada y alimentada desde fuera de los pueblos; pero nunca podrá sobrar la gestión cercana a los propios ciudadanos y ciudadanas que han protagonizado cada municipio a través de sus Corporaciones Locales, o, en su caso, a través de los Concejos abiertos, todavía vivos en muchos de los pueblos pequeños.
El interés político y económico desmedido del momento actual, están a punto de terminar con un modo de ser y de vivir de muchas personas y con una rica historia, privatizando cuanto queda en el espacio rural, la tierra, el agua y los bienes comunales.
Si con tanta soberbia como parecen tener, desprecian, sobre todo, a los más mayores, al privarles del acceso a la salud cuando les pertenece como derecho bien ganado…
Si quienes están diseñando el futuro para los pequeños pueblos, tienen tan claro que pueden privar de todo recurso educativo y del desarrollo de su propia cultura a quienes viven en ellos…
Si tienen decidido legislar para organizar a su manera la gestión que desarrollan los mismos vecinos sobre su espacio, pero al margen de ellos mismos…
Estaremos, siempre, radicalmente en contra de estas pretensiones inadmisibles e irracionales.
Manifestamos toda la contrariedad, repulsa y oposición a este desmantelamiento programado.
Utilizaremos con firmeza y decisión la razón de nuestras denuncias, aportando las propuestas y alternativas necesarias.
Exigimos, que se frene inmediatamente el desmantelamiento de los pueblos.
Nos tendrán siempre enfrente para aprovechar y defender cuantos derechos sean necesarios en el medio rural; probablemente, para muchas personas, el único lugar con pasado y con un futuro esperanzador.
COLECTIVO HAY ALTERNATIVAS. Salamanca. 2013.
Fuente: COLECTIVO HAY ALTERNATIVAS