Al menos mil millones de dólares (unos 796 millones de euros) que el gobierno de EEUU destinó para ayudar a las víctimas de los huracanes Katrina y Rita del año pasado, acabaron invertidos, entre otras cosas, en entradas para el fútbol americano o en unas vacaciones en el Caribe. En total, según un estudio de la Oficina de Contabilidad de la Casa Blanca, la malversación de los fondos alcanza a más de un 16% del total de la ayuda.
Según esta misma auditoria, los usos irregulares de estas subvenciones incluyen a un hombre que utilizó el dinero para cambiarse de sexo, a una persona que adquirió una botella de champán de 200 dólares (159 euros) en un club de strip-tease, y a otra que se gastó 300 dólares (238 euros) en vídeos pornográficos. Del total de los fondos empleados, varias partidas también fueron usadas para comprar diversos artículos de joyería, unas vacaciones en la República Dominicana además de las pagas, cuatro millones de dólares, que recibieron cientos de reclusos de prisiones estatales para pagar su alojamiento.
Precedentes
Este es el último escándalo que salpica a la FEMA,la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias, una institución que, desde su polémica actuación tras el Katrina, ha recibido críticas por parte de todos los sectores y que el presidente de EEUU, George W. Bush, mantiene a flote contra viento y marea, pese a que hasta un comité del Senado aconsejó su disolución. Hasta febrero pasado, la FEMA efectuó 2,6 millones de pagos, por un valor total superior a los 6.000 millones de dólares (4.700 millones de euros). La GAO, la Oficina de Contabilidad del Gobierno, investigó 250 pagos seleccionados al azar, y se encontró con unos niveles de malversación mucho más altos que los que había anunciado el director de la FEMA, David Paulison, quien los situó en torno al 2 ó 3%.
Ante esta acusaciones, la subdirectora en funciones de Recuperación de la FEMA, Donna Dannels, compareció ayer ante un comité de la Cámara de Representantes, donde puso en duda que las cifras proporcionadas por la GAO se ajusten a la realidad. Para Dannels, las conclusiones de la GAO no son del todo significativas, porque sólo «representan una fracción del total de la asistencia que se brindó».
Las críticas contra esta agencia ya causaron la renuncia del anterior director Michael Brown, a quien se responsabilizó por la respuesta a destiempo ante el azote de los huracanes Katrina y Rita, así como por la desorganización que hubo en la atención y ayuda a las víctimas.
Fuente: Agencias