Los trabajadores de Alimentos Refrigerados (Alresa), dedicada a la elaboración de productos cárnicos de la marca ’El Acueducto’, no están dispuestos a realizar más sacrificios en favor de la marcha de la empresa y reclaman para este año una subida salarial del IPC más 1,25 puntos que compense mínimamente la pérdida de poder adquisitivo que acumulan desde hace diez años.
Sus representantes se reunieron en la mañana de ayer en dos asambleas en las que se decidió dar un margen de confianza a la empresa para que les busque alternativas y les proporcione una oferta digna que no les haga seguir con la acumulación de pérdidas.
El secretario general de Acción Sindical de CSI-CSIF. Manuel Arranz, afirmó que es la empresa la que tiene que mover ficha y hacer una propuesta aceptable. para ello, deberá « buscar interlocutores válidos », apostilló el representante de los trabajadores.
El plazo que salió de las asambleas de ayer es de una semana, periodo en el que la empresa deberá cambiar de argumento y aceptar las peticiones de los trabajadores o poner sobre la mesa otras alternativas de mejora laboral.
Amenazas
De no producirse así, los delegados y dirigentes de CC. OO., UGT, CGT y CSI-CSIF apuestan por otro de tipo de medidas de presión más contundentes, empezando por paros puntuales que podrían desembocar en huelgas de largo alcance. Sin embargo, este aspecto no fue sometido a votación ayer.
Entre 130 y 140 empleados afectados por el convenio de la empresa han perdido en los últimos diez años un 13% de poder adquisitivo respecto al IPC y un 17% sobre el convenio nacional de industrias cárnicas que acoge a entre 30 y 40 trabajadores de Alresa.
Par : El Norte de Castilla