Los despedidos de la planta de Seat en Martorell (Barcelona) pendientes de la readmisión lamentaron hoy que la compañía haya realizado «126 nuevos contratos a gente de fuera» en 2007 en vez de llamar a los 108 afectados por el ERE de 2005 y que deberían reincorporarse antes de final de año, según explicó el portavoz del Comité de despedidos de Seat, Diosdado Toledano.
Toledano criticó que, desde enero de 2006, la compañía ha realizado 171 contratos a nuevos empleados, y no da luz verde a la prejubilación de 58 trabajadores alegando «falta de personal en las líneas de producción».
«En ningún momento se ha planteado la posibilidad de que las vacantes fueran sustituidas por los trabajadores que esperan ser llamados», señaló el portavoz, lo que demuestra «una falta de voluntad» de la empresa de cumplir los acuerdos que vencen a final de año.
Por su parte, el portavoz del sindicato CGT en el comité de empresa, Diego Rejón, aseguró que desde el pasado 17 de septiembre «nadie ha sido llamado para reincorporarse, ni siquiera los 33 considerados despidos nulos» y recordó que el hecho de que se hayan realizado «algunas revisiones médicas» no garantiza que los trabajadores puedan volver a sus puestos.
Los motivos esgrimidos por la empresa para realizar el ERE que provocó la salida de más de 600 trabajadores en 2005 «caen por su propio peso», según CGT, ya que Seat «no ha dejado de contratar gente, y los planes de producción para el próximo año —que incluyen el nuevo Ibiza— apuntan a que se necesitará aumentar la plantilla en un 10%».
Asimismo, Rejón subrayó que ninguno de los hasta ahora 200 readmitidos está entre los que decidieron denunciar el ERE en 2005 por considerar «injustificados» los motivos de Seat. «Es un caso claro de castigo y discriminación a los que decidimos hacer uso de la justicia para reclamar nuestros derechos», insistió.
HUELGA DE HAMBRE.
Para la CGT y el conjunto de despedidos, cuando quedan seis semanas para que finalice el periodo productivo antes de Navidad y final de año, «no parece que haya tiempo suficiente» para que se cumplan los plazos. Por este motivo, anunciaron que iniciarán una «huelga de hambre indefinida» si en enero su situación continúa sin resolverse.
Además, el responsable de CGT señaló que la Administración catalana y, en concreto, la actual consellera de Trabajo, Mar Serna, fue parte firmante del acuerdo de 2005. Por eso, avanzó que exigirán «responsabilidad» a la Generalitat para que garantice unos acuerdos «a los que se avino y aceptó».
A pesar de que los despedidos lamentaron haber vivido dos años en que se les han dado la espalda los responsables de otras organizaciones sindicales, presentaron los resultados de una recogida de 6.400 firmas que, según Toledano, «demuestran el malestar de la plantilla por nuestra situación y su apoyo a nuestra causa».
«UN VOTO DE CONFIANZA» A SEAT.
Por su parte, el presidente del comité de empresa, Matías Carnero de UGT, apostó por dar «un voto de confianza» a Seat para que cumpla lo pactado en el plazo previsto. En caso contrario, aseguró que recurrirán a la Administración «sin dudarlo» para «exigir presión».
En declaraciones a Europa Press, Carnero explicó que la compañía comunicó a todos los sindicatos su intención de no contemplar la readmisión de los trabajadores que han optado por la vía judicial hasta que finalicen estos procesos iniciados. «El comité no está de acuerdo con esto porque nos parece que no es lógico tener a gente en casa cobrando sin admitirlo a trabajar».
Para Carnero, Seat debería readmitir también a los que están pendientes de resolución judicial, para «cerrar la herida y acabar con esta situación», pero admitió que la ley «ampara a la empresa en esta situación».
El presidente del comité de la automovilística confió en que la compañía cumplirá con lo pactado para «limpiar su imagen y acabar con la mala prensa que se ha generado en torno a este tema».
Fuente: Europa Press / Asamblea de Despedidos de SEAT