Un 11 de julio de 1936 perdían la vida los anarquistas de la CNT, Juan y Manuel Caro Marín. En el próximo Pleno Municipal se aprobará una calle, sustituyendo la actual Hermanos Romero Abreu, dos falangistas de Conil.

A lo largo de la historia son muchos los nombres de hombres y mujeres que han dejado nuestra de su importancia en nuestro pueblo. Si bien en los últimos años se está perdiendo en Barbate ese «miedo» a reconocer la labor realizada a esos personajes de la oscura época de la Guerra Civil, antes y después de la misma.

A lo largo de la historia son muchos los nombres de hombres y mujeres que han dejado nuestra de su importancia en nuestro pueblo. Si bien en los últimos años se está perdiendo en Barbate ese «miedo» a reconocer la labor realizada a esos personajes de la oscura época de la Guerra Civil, antes y después de la misma.

Sin ir más lejos, el pasado mes de octubre se llevó a cabo la inauguración de la nomenclatura de la plaza Francisco Tato Anglada, último alcalde pedáneo de la Segunda República. En esta ocasión, nos trasladamos a mitad de los años treinta, preludio de la guerra más sangrienta de la historia negra de España.

A nivel nacional, el Golpe de Estado ya se estaba preparando en los cuarteles, ya que algunos militares no veían con buenos ojos el bloque de izquierda que se había creado, tras las elecciones de febrero de 1936.

Ya en la aldea, todavía dependiente de Vejer, se dieron varios conatos de huelgas, protestas con el trasfondo del empleo local. Así se dio en el Consorcio Nacional Almadrabero, donde se negocia la incorporación al empleo como prioridad los trabajadores locales. Otro de los conflictos que se dieron fueron unas protestas por las obras del puerto (La Chanca), con el mismo asunto, contra la empresa Entre Canales y Táboras. En este sentido, algunos barbateños se dedicaron a protestar contra el hecho de que no empleara obreros locales, lo que llevó a insultos contra la empresa y contra otros trabajadores foráneos, acusándoles de fascista,

Por aquellos entonces, la CNT era el sindicato que contaba con más afiliados, según narraba el historiador local Antonio Aragón en el programa «Barbate. Una travesía histórica», emitido en Radio Barbate. «De una población de cinco mil habitantes, 1500 eran afiliados a la CNT», sostiene Aragón.

Los hermanos Carito Marín, Juan y Manuel, fueron dos barbateños comprometidos con la lucha obrera, anarquistas y sindicalistas de la CNT, que fueron tristemente señalados por ser asesinados, días previos al inicio de la Guerra Civil.

Según cuenta el propio historiador, Juan Caro Marín era bastante joven, pero ya destacaba por su buena retórica y por su capacidad de convencer. Era aplicad

o y bien leído, algo que era muy común entre los hijos de la clase obrera que tenían asumido que sólo con una buena preparación intelectual dejarían de estar sometidos por una minoría acaudalada. Muchas de estas cuestiones se habían conseguido gracias al Pósito Pescador, que había facilitado la lectura a una gran cantidad marineros. Manuel Caro no era tan destacado por este asunto, pero siempre acompañaba a su hermano en las tareas del sindicato.

Trama contra el anarquismo

En la noche del 11 de julio, en la entonces avenida Fermín Salvochea (actual avenida del Río) a la altura del Bar Mejías, un individuo se acerco al menor de los Carito y le cercenó un disparo, causándole la muerte. Manuel, que no estaba lejos, acudió al lugar del asesinato y fue, de igual forma, disparado por el mismo individuo. Este hombre, según los archivos, tenía por iniciales M. B. T. Y sería el autor material, aunque no el intelectual.

Cuando se celebra el juicio ya estaba casi acabando la Guerra Civil. De las varias detenciones que se realizaron, todos falangistas, sólo el autor material fue juzgado. La única sentencia deja muchos interrogantes por aclarar, «es evidente que estamos obligados a sospechar que este crimen fue algo más que un tema pasional». Para Aragón, «demasiadas coincidencias que los asesinatos a los anarquistas se produjeran antes de la manifestación que convocará la CNT, con Juan Caro a la cabeza, contra el propio Consorcio Almadrabero». Ni que decir tiene que por aquello entonces la gran empresa del atún «era una vaca sagrada, que incluso cooperó con Franco prestando sus barcos para trasladar las tropas del Ejército de África hasta la Península». Esta fábrica llegó a ser, incluso, bombardeada por el buque republicano «Churruca».

El autor del doble asesinato fue condenado a 14 años y 8 meses de prisión por cada asesinato, casi 30 años de cárcel que no cumplió porque falleció antes. Se decía en Barbarte que los falangistas no lo liberaron «por miedo a que se fuera de la lengua y revelar los autores intelectuales». Cuando los compañeros de celda la preguntaban el porqué de su encierro, él contestaba «estoy aquí por matar a dos buenas personas de Barbate».

Cabe destacar que incluso hubo otra víctima, la hermana menor de los Carito, con dieciséis años, al enterarse de la noticia se desplomó en el suelo y se hizo una herida que meses más tarde sería el motivo de su muerte. La familia tuvo que vivir constantemente señalada, no sólo por la tragedia, sino por el hecho de ser parientes de los anarquistas, en un pueblo gobernado por falangistas.

La figura de estas dos personas, Juan y Manuel Caro Marín, fueron homenajeadas en Cádiz, durante la Asamblea de Alcaldes del 12 de julio de 1936 en la Diputación de Cádiz, honrándose la memoria con un minuto de silencio «por la memoria de los obreros antifascistas asesinados la pasada noche en Barbate», según se recoge en la publicación «La destrucción de la derrocaría».

Ese fue el primer y único homenaje, hasta la fecha, ya que poco después estallaría la Guerra Civil y vendría la posterior represión franquista. Ya en democracia, a partir de 2008 con la Ley de Memoria Histórica se empezará a recordar a los asesinados por el bando franquista. En este caso, como bien apunta Antonio Aragón, podría tratarse de los primeros asesinatos de la Guerra Civil, aunque fueron días antes del intento de Golpe de Estado.

En el próximo Pleno que celebrará el Consistorio barbateño, se aprobará el nombre de una calle para los hermanos que sólo hicieron «defender la libertad y luchar por el pueblo y la clase obrera». En concreto, se sustituirá la actual «Hermanos Romero Abreu» por la de «Hermanos Carita».

Hermanos Romero Abreu

De unos hermanos que buscaron la libertad y la no represión de los obreros, a otros que sembraron el terror por la Comarca de La Janda. Los Hermanos Romero Abreu, Joaquín y Carlos, según los estudios de la doctora Magdalena González (historiadora, autora de varias publicaciones sobre la represión franquista) fueron los responsables del golpe de Estado en Conil de la Frontera. Joaquín entró en el pueblo el21 de julio con falangistas armados y declaró el estado de guerra.

Por su parte, Carlos salió de la almadraba de Sancti Petri hacia Ceuta donde reclutó a 150 legionarios los cuales entraron en Tarifa el25 de julio. Estuvieron haciendo de las suyas por las sierras de Cádiz y Málaga, donde en algunos pueblos «administraron admirablemente justicia», según informes de la propia Falange. A su vuelta del frente, en enero de 1937 se hizo Jefe Local de Falange donde estuvo hasta 1944. Estos datos han sido facilitados por el historiador gaditano Santiago Moreno Tello.

Lo curioso de todo esto es que, sin conocer a día de hoy la relación con la localidad barbateña, los hermanos falangistas han permanecido registrados como personas merecedoras de una calle. Incluso la propia Comisión encargada de renovar el nomenclátor, pasó por alto a estos hermanos, en detrimento de otros personajes con mayor calado social y buenas prácticas. Algo que se dará en el próximo Pleno del Ayuntamiento de Barbate a instancia de Delegación de Cultura.
Texto extraído: www.cgtandalucia.org/Los-Caritos-primeras-victimas-de


Fuente: heraldodebarbate.es