De cinco años para atrás, eran muy pocos los que conocían algún sistema operativo que no fuese Windows. Hablar del kernel Linux era tratar un tema totalmente desconocido para la mayoría de la población. Y los que habían oído algo, lo tomaban como un sistema para expertos en la materia. Pero en estos últimos años (el kernel de Linux se remonta a 1991), el salto de los sistemas operativos basados en Linux ha sido asombroso. Gracias a la introducción de entornos gráficos, con programas amigables con el usuario novel y también gracias a la implantación de sistemas operativos basados en Linux en máquinas como los routers, teléfonos móviles, consolas, etc., aparte de los pc’s, portátiles y ultimamente en los ultraportatiles (netbooks).

De cinco años para atrás, eran muy pocos los que conocían algún sistema operativo que no fuese Windows. Hablar del kernel Linux era tratar un tema totalmente desconocido para la mayoría de la población. Y los que habían oído algo, lo tomaban como un sistema para expertos en la materia. Pero en estos últimos años (el kernel de Linux se remonta a 1991), el salto de los sistemas operativos basados en Linux ha sido asombroso. Gracias a la introducción de entornos gráficos, con programas amigables con el usuario novel y también gracias a la implantación de sistemas operativos basados en Linux en máquinas como los routers, teléfonos móviles, consolas, etc., aparte de los pc’s, portátiles y ultimamente en los ultraportatiles (netbooks).

Hoy en día, instalar versiones Linux como Ubuntu puede a llegar a ser incluso mas fácil que una instalación Windows, gracias a los instaladores gráficos con ayudas de todo tipo.

Hace unos años encontrar ciertos programas en Linux era a veces difícil, eso si eramos capaces de instalarlos. Los paquetes para instalar programas en distros de Linux eran difíciles comparados con el famoso .exe de Windows.

Pero la situación actual es la contraria : el software para Linux es fácil de encontrar. En casi todas las distribuciones el proceso esta automatizado de tal forma que no es necesario ni buscar en la red. Los paquetes .deb para instalar programas (en distros como Debian, Ubun­tu…)son de un uso tan simple como puede serlo un .exe, y ese software es de buena calidad en cuanto a funcionalidad y consumo de recursos. Cada vez más fabricantes de hardware incluyen drivers para Linux, o se incluyen en el propio kernel.

Desde hace bastante, se pueden probar muchas distribuciones sin necesidad de instalar nada en nuestros equipos, gracias a los live-cd, un sistema operativo en un cd que nos permite hacernos una idea acerca de la distribución que queremos probar. Basta con meter el cd en el equipo y arrancarlo.

así que, por todo lo expuesto, animamos una vez más a todos aquellos que estén interesados en la libre difusión del conocimiento, a pasarse a cualquiera de las distribuciones basadas en Linux.


Fuente: Carlos Bahillo