En estas páginas se cuenta la historia de ocho personas que en el curso de tres años se convirtieron en noventa mil. Era el verano de 1912 cuando un cantero, un sastre, un carbonero, un herrero, un mecánico, un carpintero, un mesero español y un exmilitar colombiano fundaron el Grupo Anarquista Luz con la intención de divulgar entre los trabajadores de la ciudad de México el ideal anarquista valiéndose de una escuela y de un periódico. Un par de meses después este pequeño grupo se transformó en la Casa del Obrero. En breve logró ser la organización de trabajadores más poderosa de la capital y del país, así como un elemento clave de las luchas sociales de la Revolución mexicana, capaz de colocar el tema obrero en la agenda de un país mayoritariamente campesino.

En estas páginas se cuenta la historia de ocho personas que en el curso de tres años se convirtieron en noventa mil. Era el verano de 1912 cuando un cantero, un sastre, un carbonero, un herrero, un mecánico, un carpintero, un mesero español y un exmilitar colombiano fundaron el Grupo Anarquista Luz con la intención de divulgar entre los trabajadores de la ciudad de México el ideal anarquista valiéndose de una escuela y de un periódico. Un par de meses después este pequeño grupo se transformó en la Casa del Obrero. En breve logró ser la organización de trabajadores más poderosa de la capital y del país, así como un elemento clave de las luchas sociales de la Revolución mexicana, capaz de colocar el tema obrero en la agenda de un país mayoritariamente campesino.

  •  Autor : Anna Ribera Carbó

  •  ISBN : 978-607-484-054-4

  •  Edición : Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-CONACULTA)

  •  Colección Científica, Serie Historia

  •  240 pp.

  •  Precio : 135 pesos (mexicanos, 15 euros en LaMalatesta)

    Reseña :

    Con el rebelde afán de divulgar ideas anarquistas entre los obreros mexicanos, en un caluroso verano de 1912, un indómito grupo de personas puso en marcha un plan que cambiaría la vida del obrero, sus ideales y manera de manifestar su más interno e intenso sentir.

    Dicha asociación se valió de una escuela y un periódico para iniciar lo que más tarde sería la organización más grande y poderosa de trabajadores en la capital y todo el país, la Casa del Obrero.

    Todo comenzó con la conjunción de los ideales de un cantero, un sastre, un carbonero, un herrero, un mecánico, un carpintero, un mesero español y un exmilitar colombiano, quienes formaron el Grupo Anarquista Luz.

    Estos personajes forjaron una poderosa alianza que resultaría ser un elemento clave de las luchas sociales de la Revolución Mexicana, lo que produjo que el tema de los obreros tuviera renombre en la sociedad, la cual pocas veces reconocía su labor.

    Los miembros de la Casa del Obrero se declararon simpatizantes del sindicalismo revolucionario, que estaba fuertemente ligado al pensamiento anarquista, esto por la inefable necesidad de luchar frente a las fuerzas del capital y la sociedad que, incluso en nuestros días, se muestra ajena al reconocimiento de la importancia de dicho sector.

    El texto está integrado por once capítulos, que van desplegando la creación y desarrollo de esta agrupación, los ideales de sus integrantes, las manifestaciones que abarrotaron calles durante los festejos del primero de mayo, Día del Trabajo ; la propaganda, el sindicalismo y las huelgas, entre otros temas.

    La relevancia de esta investigación recae en el acercamiento de Anna Ribera con testimonios orales y documentales de personajes que vivieron de cerca la ’bella época’ de las batallas idealistas, de las marchas que disfrutaban de un ambiente de regocijo, una serie de cantos, gritos, reclamos y demás expresiones que buscaron destacar los derechos del trabajador y proclamaron su descontento con el imperante capitalismo.

    Esta obra se construye a partir de una compilación de escritos del Archivo General de la Nación, Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Hemeroteca Nacional y el Archivo del ex Ayuntamiento de la Ciudad de México, entre otros ; trabajo que fue apoyado por la Dirección de Estudios Históricos del INAH.

    Todo ello acompañado de la oportunidad que tuvo la autora de conseguir una valiosa entrevista de una veterana de la organización, realizada en los años setenta, lo cual permitió un cierto apego con una persona que formó parte de la lucha, la cual inició desde principios del siglo pasado.

    En sus declaraciones da a conocer la alegría que se desprendía cada primero de mayo, del gusto que les daba participar en las manifestaciones, tanto, que planeaban incluso que ropa iban a utilizar.

    La Casa del Obrero Mundial promovió y participó en manifestaciones, huelgas y mítines, el anarcosindicalismo alcanzó su máximo arraigo en los trabajadores de la capital en 1915 y 1916, después de ello pudo llegar a diversas regiones del país como Orizaba, Mérida y Guadalajara.

    La existencia de esta agrupación sindical fue un suceso de gran relevancia histórica, puesto que en sólo tres años, de un pequeño grupo de ocho personas se convirtieron en más de noventa mil.

    En http://www.inah.gob.mx/index.php ?option=com_content&task=view&id=4375&Itemid=329


    Otro libro sobre el tema, descargable en pdf :

    «La Casa del Obrero Mundial», por Alberto Morales Jimenez, José Esteves y Ramón Gil. En La Hormiga Libertaria


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