“Quizás para nadie en el mundo nuestra democrática lengua tenga tanta importancia como para los trabajadores, y espero que más o menos pronto sean los trabajadores el apoyo más fuerte de nuestro movimiento. Los trabajadores no sólo experimentarán la utilidad del Esperanto, sino que también, más que los demás, sentirán la esencia y la idea del esperantismo.”

L. L. Zamenhof, iniciador del Esperanto en carta al “Der Arbeiter Esperantist” (1910)

Lengua Internacional y Movimiento Libertario

Jurgo Alkasaro

Desde los mismos orígenes del
sindicalismo revolucionario, la Lengua Internacional «esperanto»
ha acompañado al movimiento libertario. Hasta la 2ª gran guerra
interimperialista, la Lengua Internacional jugó un papel importante
en el movimiento, incluso en el transcurso de nuestra revolución.


Lengua Internacional y Movimiento Libertario

Jurgo Alkasaro

Desde los mismos orígenes del
sindicalismo revolucionario, la Lengua Internacional «esperanto»
ha acompañado al movimiento libertario. Hasta la 2ª gran guerra
interimperialista, la Lengua Internacional jugó un papel importante
en el movimiento, incluso en el transcurso de nuestra revolución.

Sin embargo, la recuperación del
movimiento libertario no ha ido acompañada de una recuperación de
la Lengua Internacional en el interior del movimiento libertario,
pese a que, al margen de este movimiento, la LI haya experimentado
una importante recuperación. Aunque la mayoría de los libertarios
sienten simpatía por la idea de la LI, pocos son los que han
considerado rentable dedicar algún esfuerzo a su aprendizaje.

Esto puede generarnos algunas
preguntas, especialmente dos: 1) ¿también los libertarios han caído
bajo el hechizo de la lengua colonial hegemónica en la actualidad?
2) ¿realmente creen los libertarios que la transformación de la
sociedad que preconizan puede realizarse a alguna escala que no sea
la mundial o, cuanto menos, de gran parte del mundo?

La globalización del capitalismo está
tan avanzada que ya empieza a colapsarse, la globalización de los
«movimientos sociales», aunque en pañales, ha ido dando
sus frutos con más o menos constancia y con más o menos éxito.
Pero la globalización de la lucha obrera no es que todavía no se
haya dado, es que ni siquiera se ha pensado seriamente. Quizá va
siendo hora de que empecemos a hacerlo.

 

El proyecto libertario

Se podrían enunciar los tres
objetivos básicos del movimiento libertario del siguiente modo: a)
defender y ampliar los derechos obreros en la sociedad actual, b)
destruir el estado y abrir un período de transformación de la
economía capitalista en una economía justa y autogestionada, c)
organizar la nueva sociedad basada en la libertad, la justicia y la
igualdad. Sabemos perfectamente como afrontar el primer objetivo
(aunque no tengamos fuerza suficiente para efectivarlo), tenemos
proyectos e ideas bastante claras de como afrontar (y, sobre todo, de
como no se debe afrontar) el segundo. Como llevar a término el
tercero es materia para profetas y no para militantes. Estudiaremos
el papel a desempeñar por el idioma en estos tres períodos por
orden inverso.

c) La sociedad libertaria

Aunque no podamos saber como estará
organizada y como funcionará, sí que sabemos de algunas de las
condiciones que deberán cumplirse para que efectivamente podamos
denominarla libertaria. Sabemos, por ejemplo, que la producción de
bienes no podrá estar orientada a la obtención de beneficios, sino
a la satisfacción de necesidades sociales; que deberá estar
organizada a nivel mundial, puesto que los socialistas autoritarios
ya nos han mostrado qué ocurre cuando se construye el socialismo en
un solo país (no sólo es que no puedan coexistir una sociedad
igualitaria y otra explotadora, sino que sólo podrá ser
igualitaria, si toda la humanidad forma una sola organización
solidaria que produzca para satisfacer igualitariamente las
necesidades de toda la humanidad); que la toma de decisiones deberá
corresponder al conjunto de los seres humanos y que ésta deberá
realizarse de abajo a arriba.

Éstas son las razones por las que ya
hoy nos dotamos en nuestra organización de dos principios básicos:
el federalismo y la democracia directa. Ahora bien, la democracia
directa a nivel mundial es absolutamente impensable sin la existencia
de un idioma común que permita el intercambio de informaciones y el
debate de ideas a nivel horizontal. Dicho de otra manera, la falta de
un idioma común implicaría la aparición de una casta de
especialistas para la imprescindible tarea de coordinación
internacional. La coordinación internacional sólo puede realizarse
por medio de la democracia directa, si los coordinadores son
delegados elegibles y revocables en todo momento y si cualquier
miembro de la comunidad está en condiciones de ser elegido
delegado.

Naturalmente, como no podemos saber qué
grado de desarrollo tecnológico ni qué nivel cultural se habrán
alcanzado, no podemos saber ni cual ni como será ese idioma común
para uso internacional. Pero algunas cosas sí que podemos saber
acerca de él, si ha de cumplir su cometido de modo libertario. Por
ejemplo, podemos saber que ha ser un idioma libremente aceptado por
todas las comunidades nacionales, que ha de ser fácil de aprender y
de uso flexible para que pueda ser dominado por cualquiera, no sólo
por los intelectuales, que no ha de ser el idioma de ninguna antigua
potencia para que nadie tenga ventaja sobre otros que no lo tengan
como idioma materno.

b) El proceso de transformación

Naturalmente, el proceso de
transformación no tiene ni principio ni fin o, si lo preferimos, ya
ha empezado y sólo acabará cuando todos estemos satisfechos con
nuestra sociedad. Sin embargo, a lo largo de la historia se han
conocido períodos en los que este proceso se acelera y condensa: los
llamamos revoluciones. La revolución libertaria, es decir la
supresión del estado, la supresión de todo poder político, de toda
dominación, será la revolución más profunda y más extensa de la
historia.

Acostumbrados a la cotidiana lucha de
resistencia fábrica a fábrica contra los ataques de la patronal,
podemos estar tentados de pensar que cada cual podrá crear «su»
sociedad libertaria en el patio de casa y que, cuando todos lo
hayamos hecho, bastará con coordinar todos los patios. El problema
es que no puede haber transformación libertaria en ningún lugar del
planeta, mientras exista el estado, siquiera la sombra del estado o
su mero recuerdo. En un mundo globalizado, la principal tarea del
movimiento libertario, la principal necesidad de la humanidad para
progresar socialmente, es la completa destrucción del estado. Y el
estado no se destruye con dinamita (aunque quizá también pueda
ayudar un poco), sino substituyéndolo por otra organización de la
sociedad: por la democracia directa de la libre federación de
comunas libertarias.

Un estado mundial sólo puede ser
combatido a nivel mundial y substituido por una federación mundial.
Entre los muchos problemas que este período de lucha y de
construcción social plantea (y que no vamos a tratar aquí), vuelve
a aparecer el del idioma de uso internacional. Si las cruciales
decisiones que se tomen (a menudo sobre la marcha) no han de estar
abandonadas en manos de una casta de especialistas (y, si lo son, ya
ha terminado la revolución, al menos la libertaria), el movimiento
libertario, el conjunto de los revolucionarios, deberá estar en
posesión de un idioma de uso internacional que cumpla los mismos
requisitos que el descrito en el anterior apartado.

a) La lucha reivindicativa en la
actualidad

Podría parecer que las revoluciones
mundiales, con las que hoy sueñan algunos anarquistas y que quizá
algún día ocurran, pueden precisar de un idioma internacional,
pero, para el grueso de la actividad sindical en la actualidad, basta
con saber no firmar cuando un mero ejecutivo –que habla nuestra
misma lengua– nos pone los papeles delante.

¿Como puede el conjunto de los
trabajadores detener las políticas antiobreras de la Unión Europea?
¿Encerrándose cada cual en «su» empresa y peleándose con
«su» encargado? Mientras el capital ha estudiado hasta el
último detalle de sus planes a 5o años vista para reducir a la
clase obrera al estado de esclavitud y al conjunto de la sociedad al
de colonia, los libertarios esconden la cabeza en el caparazón de la
lucha defensiva o sueñan con pasados históricos más o menos
gloriosos (según la opinión de cada cual). Mientras los gobiernos
de toda Europa se reunían para aprobar la directiva Bolkenstein en
tres versiones distintas, alguna que otra organización obrera, cada
una en su patio, levantaba alguna pancarta de protesta.

En pleno siglo 19, cuando los
capitalistas se dividían y subdividían para disputarse la más
pequeña parcela de mercado, la clase obrera supo organizarse a nivel
internacional. Hoy en la época de las transnacionales, de los
estados paneuropeos y de la globalización de la opresión
organizada, la clase obrera ni siquiera se plantea la necesidad de
actuar internacionalmente. No es para construir una nueva sociedad
para lo único que necesitamos organizarnos a nivel internacional,
sino también para luchar contra las deslocalizaciones, contra la
precarización de países enteros, contra las políticas de la UE y
de los EU.

El movimiento libertario, y nuestra
organización en particular, no sólo crea una estructura
organizativa para actuar hoy, sino también para prefigurar la
sociedad del futuro. Por eso, partiendo de los sindicatos construimos
federaciones y confederaciones, por eso las decisiones se toman
partiendo de asambleas, por eso nuestros delegados son sólo
representantes y nuestros comités son sólo coordinadores. Y por eso
nuestra organización debe ser internacional.

Para ambos aspectos de la organización
hoy –la lucha por las intereses inmediatos de los trabajadores y la
prefiguración de la estructura de la sociedad a construir–, es
fundamental el trabajo organizativo y de agitación a nivel
internacional. Y, nuevamente, aparece el problema lingüístico y las
condiciones que debe cumplir su solución, esencialmente: que cada
militante de un país pueda comunicarse directamente con cualquier
militante de cualquier otro país, que cada militante pueda ser
elegido delegado de su país para la coordinación internacional. Si
no es así, la posible organización internacional se convertirá en
feudo de una casta burocrática (aún en contra de su propia
voluntad) y será cualquier cosa excepto libertaria. En otras
palabras, se convertirá en otro obstáculo más que habrá que
derribar para alcanzar la nueva sociedad.

 

¿Por qué el esperanto?

Antes de resumir las características
del esperanto que lo hacen adecuado como lengua internacional para el
movimiento libertario, aclaremos algunos puntos:

a) el esperanto no es una solución
mágica. El uso del esperanto, por sí mismo, no va a crear la
democracia directa ni la felicidad universal. Es una herramienta más
a usar por el movimiento libertario para impulsar la creación de
estructuras organizativas internacionales de la clase obrera
auténticamente democráticas, o sea, libertarias.

b) la elección del esperanto no es
eterna. En este artículo, se defiende la elección del esperanto
como lengua internacional en estos momentos (o sea, para las fases a
y b del apartado anterior), de ningún modo se pretende profetizar
acerca de los problemas (lingüísticos o no) de una sociedad
libertaria ni de sus posibles soluciones.

c) el esperanto es perfectible. En caso
de que, en un futuro más o menos lejano, el esperanto sea la lengua
internacional de una sociedad libertaria, no sabemos como habrá
evolucionado ni si se parecerá mucho o poco al actual.

Veamos, pues, las razones que nos
impulsan a elegir el esperanto como lengua de uso internacional para
el movimiento libertario.

1. Es una lengua planificada que cumple
las condiciones esenciales al movimiento libertario:

a) el esperanto es una lengua
perfectamente regular y lógica, ello la convierte en fácil de
aprender y de usar incluso para compañeros con escasa formación
escolar,

b) no es la lengua oficial de ningún
país. Esto permite que su adopción a nivel internacional no
represente una imposición para ninguna comunidad, como sería el
caso de alguna lengua colonial,

c) no es propiedad de nadie, de ningún
país, de ninguna institución, de ninguna persona. Su creador
renunció a los derechos de autor en favor de toda la humanidad,

d) su evolución no será caótica
mientras se cumplan los acuerdos de la Declaración de Boulogne.

2. No es una lengua de laboratorio, a
diferencia de los mil proyectos de lengua planificada que se han
ofrecido en el pasado siglo, incluyendo algunos derivados del propio
esperanto. Así, quien lo aprende accede a todo un mundo cultural

a) su capacidad comunicativa y
expresiva está perfectamente probada por 122 años de práctica
colectiva ininterrumpida a nivel internacional,

b) ha creado una cultura propia con una
importante literatura original y una inmensa labor de traducción de
la mejor literatura de todos los países,

c) existe una comunidad internacional
que lo usa regularmente en congresos anuales, reuniones periódicas,
en multitud de revistas, boletines y páginas web

d) existe una importante actividad
editorial en esperanto

3. Genera sentimientos de humanidad,
universalismo y fraternidad
perfectamente congruentes con el ideal
libertario. Aunque no hay nada que impida a un fascista o a un
psicópata homicida usar el esperanto para sus fines, el aprendizaje
y uso del esperanto suele ir acompañado de un interés por los demás
y por lo lejano que fomenta los sentimientos (más que principios
ideológicos) mencionados que, por lo general, están más
desarrollados entre esperantistas que entre sindicalistas.

4. Forma parte de la tradición
libertaria
. El esperanto está tan arraigado en la tradición
libertaria como las barricadas o la huelga general (y tan poco usado
como ellas). De hecho, antes del fin de la 2ª gran guerra
interimperialista, en España y Francia se conocía el esperanto como
«la lengua de los anarquistas» y en Alemania se le llamaba
«el latín de los obreros».

 

Haciendo camino (algunas referencias)

Aprender y usar el esperanto no evitará
el trabajo penoso y complicado de establecer relaciones
internacionales libertarias, pero puede ayudarnos a realizarlo con
más facilidad. Por otra parte, es una más de las «prefiguraciones»
de la futura sociedad libertaria que ya hoy es preciso realizar.

a) para aprender

Lernu! (http://es.lernu.net/), página
multilingüe con cursos on-line

Multlingva Informcentro pri esperanto
(http://www.esperanto.net/info/index_es.html), página multilingüe
con informaciones sobre el esperanto

Wikipedia
(http://es.wikipedia.org/wiki/Esperanto). Página con un resumen de
la historia del esperanto y una presentación de la estructura del
lenguaje

Vikipedio (http://eo.wikipedia.org/).
Puede ser instructivo visitar la Wikipedia en esperanto para hacerse
una idea de la importancia del fenómeno.

b) textos

Rojo y Negro Digital
(http://www.rojoynegro.info/blogs/esperanto). Sección en
esperanto del RyN

EnXarxa-Esperanto
(http://www.enxarxa.com/esperanto/). Incluye textos de la CGT

Le Monde Diplomatique
(http://eo.mondediplo.com/), versión en esperanto

Inko
(http://www.omnibus.se/cgi-bin/inkoListo.pl), biblioteca digital

SATeH-Textos
(http://www.nodo50.org/esperanto/textos.htm), textos en español
sobre el esperanto y su historia

c) Asociaciones

UEA (http://www.uea.org/). Universala
Esperanto-Asocio

SAT (http://www.satesperanto.org/).
Sennacieca Asocio Tutmonda

SATeH
(http://www.nodo50.org/esperanto/). SAT en Hispanio

KEA (http://www.esperanto-ct.org/).
Kataluna Esperanto Asocio