by solikurdistan
Urfa - Anf - 19.02.15 - Trad. S.K.
Ismail Ceylan de 78 años de edad, que está manteneindo una vigilia en la frontera en el pueblo de Elizer participa en una cada humana cada mañana para saludar a los combatientes de las YPG/YPJ. Él les dice: "No están solos. No aceptamos estas fronteras."
La vigilia en la frontera en apoyo a la resistencia en Kobanê y para proteger la frontera continúa. Personas de todas las edades procedentes de toda Turquía y el Kurdistán y delegaciones de todo el mundo vienen a los pueblos del distrito de Suruç a unirse a la vigilia. Uno de los pueblos es Elizer (Çengelli), donde uno de los que están en la vigilia es Ismail Ceylan de 78 años de edad, que expresa su felicidad de que el pueblo al otro lado de la frontera, Kosik, ha sido liberado.
La vigilia en la frontera en apoyo a la resistencia en Kobanê y para proteger la frontera continúa. Personas de todas las edades procedentes de toda Turquía y el Kurdistán y delegaciones de todo el mundo vienen a los pueblos del distrito de Suruç a unirse a la vigilia. Uno de los pueblos es Elizer (Çengelli), donde uno de los que están en la vigilia es Ismail Ceylan de 78 años de edad, que expresa su felicidad de que el pueblo al otro lado de la frontera, Kosik, ha sido liberado. Ceylan dice: «Estoy muy agradecido a los combatientes de las YPG/YPJ por la limpieza de nuestro pueblo de esas bandas de inmundicia.»
Ceylan dijo que cuando el ISIS había ocupado el pueblo Kosik, los grupos del ISIS habían disparado constantemente contra ellos desde el otro lado de la frontera. «Celebramos cuando fueron expulsados, dejando sólo sus cadáveres detrás», añadió.
«Las fronteras artificiales nos dividen»
Ceylan mencionó el Acuerdo Sykes-Picot, en el que se basaron las fronteras artificiales, diciendo: «Estas fronteras separan tíos de primos y el hermano del hermano. Nosotros la gente de Kosik somos parientes. Ellos dibujaron fronteras entre nosotros y nos impidieron vernos los unos a los otros.»
«Las YPG/YPJ no están solos»
Ceylan dice que participa en la cadena humana cada mañana para levantar la moral de los combatientes de las YPG. «Queremos que sepan que no están solos. Estamos aquí protegiendo nuestra frontera día y noche. Si yo hubiera sido más joven habría sido el primero en unirme a las filas de las YPJ/YPG y luchas contra los terroristas», agregó