Las trabajadoras domésticas han iniciado una etapa para mejorar las condiciones laborales, económicas y sociales. Dicen sufrir discriminación. De hecho, más de un 77% trabaja más de 40 horas semanales y el 42% no cobra ni el SMI. En el estado francés y en Italia las trabajadoras del sector tienen mejores condiciones de trabajo y salarios.
Las trabajadoras domésticas han decidido despertar la conciencia de la sociedad para que les sean reconocidos los derechos sociolaborales para terminar con la explotación que sufren en su trabajo.
La Asociación vizcaina de Trabajadoras de Hogar-Etxe Langileen Elkartea (ATH-ELE) organizó, con el apoyo de la Asamblea de Mujeres, una jornada para debatir sobre « Los Derechos Laborales para las Trabajadoras Domésticas ».
Las trabajadoras domésticas han iniciado una etapa para mejorar las condiciones laborales, económicas y sociales. Dicen sufrir discriminación. De hecho, más de un 77% trabaja más de 40 horas semanales y el 42% no cobra ni el SMI. En el estado francés y en Italia las trabajadoras del sector tienen mejores condiciones de trabajo y salarios.
Las trabajadoras domésticas han decidido despertar la conciencia de la sociedad para que les sean reconocidos los derechos sociolaborales para terminar con la explotación que sufren en su trabajo.
La Asociación vizcaina de Trabajadoras de Hogar-Etxe Langileen Elkartea (ATH-ELE) organizó, con el apoyo de la Asamblea de Mujeres, una jornada para debatir sobre « Los Derechos Laborales para las Trabajadoras Domésticas ».
En la misma se presentó una iniciativa de ley que han elaborado con el fin que la Administración pública adopte las medidas necesarias para que les sean reconocidos sus derechos en todos los ámbitos como trabajadoras que son. Todos los sindicatos apoyan la iniciativa y en el encuentro se puso de manifiesto que la legislación especial existente en el Estado español, que es de 1985, es la que menos garantías ofrece a las trabajadoras, tanto a nivel de jornada laboral, salario y protección social.
El trabajo doméstico encierra situaciones de elevada precariedad y abuso porque « muchas de las mujeres son inmigrantes » y en torno a ellas « se da la explotación por la explotación ». Pilar Gil, una veterana de la asociación vizcaina, recordó que trabajó en el sector 47 años y que « no ha variado mucho para quienes tienen que trabajar de internas », pero añadió que las denuncias y la iniciativa desde las propias trabajadoras « ha servido para ir creando una conciencia ».
En esa jornada quedó patente que las jornadas laborales son interminables y se produce casi « el despido libre », con salarios bajos y sin que « las Inspección de Trabajo ni la administración hagan algo por evitarlo ». También denunció que « estamos discriminadas por la Seguridad Social, porque no tenemos bajas por accidente de trabajo y las de enfermedad cobramos a partir del día 29 de baja, pero tenemos que pagar nosotras la totalidad de la cotización a la Seguridad Social ».
Nora Araojo, de la Asociación Pagkakaisa de emigrantes de Filipinas en Euskal Herria, dijo que la gran mayoría de las que trabajan en el sector lo hacen de internas. « Tienen dificultades con el idioma y les sale más económico », según explicó, lo que ocurre que esa situación les lleva a « tener dificultades para disponer de días libres y las jornadas se prolongan durante prácticamente todo el día ». Reciben una media de 700 euros al mes.
Loli Redondo, religiosa de la orden María Inmaculada, que intermedian en el servicio doméstico explicó la realidad en Madrid. Dijo que el trabajo del hogar está siendo ocupado por las inmigrantes y aseguró que se está « propiciando la precariedad laboral bajo la amenaza de expulsión, porque la mayoría son irregulares ».
La religiosa también denunció que desde algunos servicios oficiales paralelos al INEM « se están contratando a la carta en un país concreto, pero cuando llegan aquí se encuentran en la soledad y bajo la amenaza de despacharlas. Es una injusticia terrible ».
Oscar Vellisca, abogado de Heldu, recordó que las inmigrantes utilizan el servicio doméstico para poder iniciarse en el trabajo, pero sólo un 27,63% de las que empiezan siguen en ese sector, porque « es muy duro en horario y en salarios ».
Cyrille Gallion, responsable del sector de empleo doméstico de la CNT en el Estado francés , reconoció las mejores condiciones de trabajo por las que atraviesan los empleados. Dijo que las condiciones se pactan en la negociación colectiva y que existe un sistema de cheque-servicio, que los empleadores pueden adquirir en las oficinas bancarias, con el que pagan a los trabajadores del sector, que obtienen un salario mayor a la media de 9,5 euros por hora, frente a los 6,30 de la media de otros sectores. Dejó claro que los trabajos son por horas, aunque se dan caso de que « trabajas para 35 empleadores ». Dijo que en Poitiers, donde trabaja, « con la unión de los trabajadores del sector presionamos a los empleadores y no nos dejamos amedrantar ».
Alessandro Palmi, de la Comisión Internacional de la Confederazione Cobas, también dejó claro que en Italia se regula por la negociación colectiva y se pacta entre las organizaciones sindicales y profesionales, aunque reconoció que « los inmigrantes lo tienen peor porque si no tienes empleo, eres ilegal, y eso te somete a chantaje ». Reconoció que hay « bastante picaresca » en Italia, pero no en el Estado francés, porque existen ayudas oficiales para la contratación. –
Fuente :Gara