Armadas con cacerolas y silbatos, medio centenar de prostitutas se congregaron hoy ante la Casa de la Villa en contra del plan «Contra la esclavitud sexual» del Ayuntamiento de Madrid y para solicitar una reunión con el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón.
Con gritos de «Ana Botella, Derechos Humanos» y «La calle tambièn es nuestra», las meretrices solicitaron espacios públicos en la ciudad para ejercer «libremente» la prostitución, «en condiciones de higiene, seguridad y tranquilidad».
Alguna de las manifestantes, micrófono en mano, clamaron que ellas «no son delincuentes, que tienen una familia que alimentar» y que el plan «Contra la esclavitud sexual» les «impide» realizar su trabajo y hace que su situación sea «más vulnerable».
El colectivo Hetaria leyó un manifiesto en el que exigieron la «persecución fehaciente» de las mafias que «obligan y fuerzan a las mujeres a prostituirse» e instó al Ejecutivo local a que ponga los medios necesarios, «que los hay», para erradicarlas. Este colectivo lleva desde octubre intentando conseguir una reunión con Ruiz-Gallardón, pero no han obtenido respuesta.
La cacerolada terminó con un minuto de silencio en memoria de la prostituta Halima Abourizk, asesinada el pasado mes de junio.
El Gobierno municipal puso en marcha el 29 de marzo de este año el denominado plan «Contra la esclavitud sexual» con un dispositivo policial en la calle de la Montera (posteriormente se ha ido trasladando a calles adyacentes como la de los Desengaños) para tratar de localizar a los proxenetas y «hostigar» a los clientes, así como la realización de inspecciones en establecimientos de hospedaje y locales de la zona que pueden dar cobertura a esta actividad.