Buenos Aires ha quedado parcialmente paralizada y miles de personas están marchando hacia la Casa de Neuquén
Buenos Aires ha quedado paralizada parcialmente por las protestas convocadas en toda Argentina tras la muerte el pasado jueves de un profesor herido durante una manifestación en la provincia de Neuquén a unos 1.100 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Buenos Aires ha quedado parcialmente paralizada y miles de personas están marchando hacia la Casa de Neuquén

Buenos Aires ha quedado paralizada parcialmente por las protestas convocadas en toda Argentina tras la muerte el pasado jueves de un profesor herido durante una manifestación en la provincia de Neuquén a unos 1.100 kilómetros al sur de Buenos Aires.

Mientras miles de personas se han concentrado en el Obelisco porteño y se disponen a marchar hacia , sede del Gobierno argentino, metros, autobuses, bancos y diversos servicios están realizando paros parciales en solidaridad con los sindicatos de profesores convocantes de la protesta.

En la provincia de Neuquén más de 25.000 personas se manifiestan desde hace tres horas por las principales avenidas de la ciudad en cuyas calles no hay presencia policial para evitar enfrentamientos. El gobernador, Jorge Sobisch, muy cuestionado por dar la orden de carga policial que costó la vida al profesor muerto, permanece en el interior de la casa de Gobierno custodiado por decenas de policías según informan medios locales. Los manifestantes exigen su dimisión, algo a lo que Sobisch se niega aduciendo que ha cumplido con su deber de hacer respetar la ley.

En Salta, donde hay 180.000 alumnos que no han podido dar comienzo al curso escolar, se han producido violentos incidentes cuando los manifestantes han tratado de dirigirse a la casa de Gobierno y la policía ha empleado abundante material antidisturbios sin que se hayan registrado, por el momento, ni heridos ni detenidos.

Las protestas también se han extendido a Santa Cruz, tierra natal del presidente Néstor Kirchner, donde el conflicto educativo también se ha agudizado después de que los profesores hayan exigido aumentos salariales similares a los de la capital federal argentina.

El salario básico de un profesor de la enseñanza pública argentina está por debajo de la línea de pobreza. El pasado marzo el Gobierno federal decretó un aumento, pero muchas provincias, con graves problemas económicos, no pueden hacer frente a este pago.


Fuente: JORGE MARIRRODRIGA (El País)