Da verdadera pena el panorama que nos presentan a los trabajadores aquellos que tienen la responsabilidad de dirigir y gestionar nuestras empresas. Cada vez nos sorprenden más con sus actuaciones y conductas, más propias de improvisación y desconocimiento que de solidez en sus decisiones y de gestión de futuro.

Da verdadera pena el panorama que nos presentan a los trabajadores aquellos que tienen la responsabilidad de dirigir y gestionar nuestras empresas. Cada vez nos sorprenden más con sus actuaciones y conductas, más propias de improvisación y desconocimiento que de solidez en sus decisiones y de gestión de futuro.

Por ello, tenemos que estar en un constante ir y venir para confirmar o desmentir afirmaciones procedentes de las mismas empresas, sufriendo los trabajadores de estaciones una y otra vez estas incertidumbres.

Cuando parecía que a raíz de las declaraciones de la misma presidencia de ADIF seguiríamos en esta empresa, de nuevo tenemos la certeza de nuevos contactos entre ADIF y Renfe Operadora para un posible trasvase de personal, incluso de la realización de estudios por parte de Renfe para hacerse en un tiempo con el canal de venta que actualmente está en manos de ADIF. No es la primera vez que sabemos que se plantea y continúa la sombra de la duda sobre nuestro futuro profesional, para que luego algunos vayan criticando que nos movilicemos por una garantía de futuro o que los motivos de la huelga que convocamos en el año 2007 están “desfasados”.

El panorama no es nada alentador, sobre todo teniendo en cuenta las últimas informaciones provenientes de la Comunidad Europea, que limitan las aportaciones del Estado a Renfe Operadora más allá del próximo 1 de junio, y la empresa misma reconoció un déficit millonario el pasado año.


Estamos cansados de estos vaivenes que nada positivo aportan al clima laboral del colectivo peor pagado dentro de ADIF. Ignorados por unos sindicatos mayoritarios que solo nos transmiten mensajes desalentadores sobre la triste realidad de unas cargas de trabajo que merman, sin que ninguno de ellos manifieste la más mínima defensa de los puestos de trabajo y de nuestros emolumentos, mostrando una clara línea de apoyo incondicional con la empresa.

No debemos olvidar que si todos los sindicatos hubieran, desde el principio del conflicto, remado y apoyado en la misma dirección, defendiendo los intereses de los/las trabajadores/as habríamos dejado de ser el colectivo de trabajadores en peores condiciones dentro de ADIF. Pero eso no es así.
Mientras, seguimos trabajando a turnos sin que se nos retribuya, con gráficos que no reparan ni compensan por trabajar sábados, domingos y festivos, y por supuesto sin que tampoco se valore, siendo imposible conciliar una aceptable vida familiar, y no olvidemos que cada vez contemplan menos trabajadores/as.

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Fuente: SFF CGT