.(Europa Press.) – El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Álvaro Gil-Robles, que está estudiando el estado de los derechos humanos en España, transmitió ayer por la mañana al presidente del Parlament de Catalunya, Ernest Benach, y al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, su «especial inquietud por el problema de violencia que sufren las prisiones catalanas».
Particularmente, le preocupan las acusaciones de malos tratos lanzadas por presos de la cárcel de Quatre Camins contra los funcionarios a raíz del motín que hubo en esta prisión el 30 de abril del 2004. Durante sus conversaciones con los mandatarios catalanes, Gil-Robles reclamó que la investigación de este suceso «no se cierre en falso y se esclarezcan todos los hechos» para que, «si hay responsabilidades que asumir, se asuman lo antes posible». Además, Gil-Robles se mostró dispuesto a reunirse con la comisión de Derechos Humanos del Parlament de Catalunya para escuchar sus opiniones antes de emitir el informe sobre la situación de los derechos en España.
Gil-Robles se entrevistó también, durante más de dos horas, con representantes de diversas ONG catalanas para analizar la situación de los derechos humanos en Catalunya. El comisario de Derechos Humanos explicó que las ONG le expresaron su preocupación por los asuntos que inquietan en general en el resto del territorio español, entre los que sobresalen «los problemas de los inmigrantes y las conductas discriminatorias de las fuerzas de seguridad».
La Vanguardia