Estimados camaradas : Buscando en los antiguos papeles encontré un poema que había escrito cuando era una adolescente el 2 de marzo de 1974. No conocía de nada a Salvador, tan solo vi la noticia y se me partió el alma, al llegar a casa escribí lo que a continuación os relato :

LAS CAMPANAS DE LA MUERTE POR ELLOS TOCARAN

A Salvador Puig Antich, asesinado con garrote vil por defender sus ideales, que la madre tierra lo acoja en su seno

Estimados camaradas : Buscando en los antiguos papeles encontré un poema que había escrito cuando era una adolescente el 2 de marzo de 1974. No conocía de nada a Salvador, tan solo vi la noticia y se me partió el alma, al llegar a casa escribí lo que a continuación os relato :

LAS CAMPANAS DE LA MUERTE POR ELLOS TOCARAN

A Salvador Puig Antich, asesinado con garrote vil por defender sus ideales, que la madre tierra lo acoja en su seno

LAS CAMPANAS DE LA MUERTE POR ELLOS TOCARAN

Dan las dos, dan las tres,
siento tocar las campanas,
de las torres de la catedral.
Largas horas que tan lentamente pasan.
Cuando llegue la mañana
tocaran campanas.
No llores madre,
no llores más,
aunque la muerte me oprime
yo tengo esperanzas
de que me salvaran.
Ya lo veras madre,
como ellos, mis amigos
muy pronto vendrán.
Cuando me dijeron,
que este era el final,
me sentí … y quise gritar,
decirles … no, no, no puede ser verdad.
Pero no dije nada,
levanté bien la cabeza
y me sentí llorar,
como un niño,
pues, despues de todo,
eso es lo que soy,
un niño nada mas.
Pero vosotros, amigos mios,
ma vais a salvar.
Yo se que en estos momentos,
estáis haciendo
todo lo imposible
por poderme ayudar,
y yo tengo esperanza.
No lloréis mas.
Llego la mañana…
Me vienen a buscar.
Abráceme madre,
abrácenme hermanas.
Siento un dolor en el pecho,
un dolor de odio.
Lo que hoy hacéis conmigo
muy caro lo habréis de pagar.
Siento tocar las campanas …
a muerte …
no por mí, por ellos
mañana tocaran.
Las siento ahora,
cuando sentado en la silla
las manos del verdugo
me dan el golpe mortal.

Un saludo desde A Coruña, a 9 de Mayo 2005 de

Ana F. Faya