La subcontrata ACQUA explota a la plantilla de limpiadoras mientras la multinacional sigue sin atender las exigencias sindicales y sin proponer soluciones al conflicto, a pocos días de que comiencen los Juegos Olímpicos en la capital del país galo.
Conocemos bien la lucha del sector de las limpiadoras de habitaciones de hoteles, también denominadas “camareras de piso”. Es un sector que realiza una labor bastante dura, precaria, mayoritariamente conformado por mujeres que arrastran enfermedades ocasionadas por estas tareas, y que también han estado invisibilizadas durante mucho tiempo por la patronal hotelera y sus subcontratas.
En el Estado español se organizaron en diferentes territorios –sobre todo en aquellos con mayor incidencia turística durante los meses de verano-, logrando en los últimos años algunas mejoras laborales en varios aspectos, aunque todavía están en plena batalla organizando a más compañeras trabajadoras.
Ahora, ante las próximas Olimpiadas que van a desarrollarse durante este verano en París, muchas de estas trabajadoras, sindicadas en CNT-SO, han dicho basta. El pasado 25 de mayo se declaraban en huelga indefinida contra la precariedad y las condiciones laborales que vienen sufriendo en los hoteles de una de las cadenas más rentables del mundo.
El Radisson Hotels Group, de origen estadounidense y fundado en 1960, ha logrado situarse entre las multinacionales más beneficiosas del mundo en este sector. Sus oficinas centrales están actualmente en Bruselas (Bélgica), pero en 2018 fue adquirida por el gigante asiático Jin Jiang –la segunda cadena hotelera más grande del mundo con 12.000 hoteles y 1.3 millones de habitaciones-. En la actualidad, Radisson Hotels Groups, que opera en Europa, África, Oriente Medio y Asia, cuenta con una cartera de 1.700 hoteles en todo el mundo.
Como suele ocurrir con la subcontratación de servicios en todos los sectores económicos, quienes resultan más perjudicadas son las personas trabajadoras que tienen que dar un servicio a través de este tipo de empresas. Subcontratar un servicio significa que los beneficios se van a obtener recortando en aquello que es menos importante para la dirección empresarial en cuestión, es decir, en las condiciones laborales de sus plantillas.
Precisamente, esto es lo que está ocurriendo a las compañeras trabajadoras del Redisson Blue Hotel. La subcontrata ACQUA se aprovecha de la precariedad de esta plantilla de mujeres, obligadas a cumplir con una serie de condiciones laborales imposibles, -como el desplazamiento de un lugar a otro para limpiar habitaciones en hoteles de la cadena sin que se les pague el transporte público-.
Los horarios son interminables, como bien explican estas mujeres: “No respetan nuestro tiempo, parecemos esclavas, y ni siquiera podemos disfrutar de nuestros hijos. No tenemos tiempo para vivir”, porque a pesar de que tienen una mayor carga de trabajo durante los meses de verano, que es la etapa donde más visitantes se reciben –y en el caso de Francia, se incrementará con el reclamo de las Olimpiadas-, los responsables de esta lamentable y vergonzosa situación no han querido negociar con ellas un aumento de sus salarios a la vez que también aumenta el ritmo de las tareas y las propias tareas en sí. En este sentido, una de las sindicalistas y trabajadoras del hotel ha explicado que los beneficios que se obtienen o que van a obtener durante estos meses se van a producir gracias a la explotación en las que las mantienen: “Lo único que les importa es ahorrar dinero. Pero ese ahorro se va a producir en detrimento de las mujeres que limpiamos, y no vamos a rendirnos. Lucharemos y exigiremos los salarios que nos deben”.
Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) queremos mostrar en primer lugar nuestra solidaridad con las compañeras camareras de piso en lucha por sus condiciones laborales. Del mismo modo, también queremos resaltar la labor de sindicatos combativos y de clase, como CNT-SO, y sobre todo la dignidad de estas mujeres, que como ya vimos en España –y seguiremos viendo a través de organizaciones sindicales como ‘Las Kellys’, por ejemplo-, la única vía para lograr derechos es la toma de conciencia como trabajadores y la organización para pelear contra los abusos y las injusticias.
Estaremos pendientes de los avances de esta huelga y deseamos una pronta solución al conflicto con las reivindicaciones de las compañeras limpiadoras cumplidas.
¡Que viva la lucha de la Clase Obrera!
Fuente: Secretaría de Relaciones Internacionales de la CGT