La Comisión Europea (CE) ha detectado en España y otros 11 países productos contaminados con sudan 1, una sustancia considerada cancerígena, en España y otros 11 países, según ha informado el portavoz comunitario de Sanidad, Philip Tod.
Bruselas ha conocido la existencia de estas partidas mediante el sistema de alerta rápida, por el cual Reino Unido comunicó a la CE la existencia de contaminación de productos alimentarios con un colorante que contenía «Sudan 1» y la Comisión, a su vez, pidió información al resto de los Estados miembros. vHoy, expertos de los países de la UE debaten sobre el alcance de esa contaminación, que en el Reino Unido ha obligado a retirar más de 400 productos de los supermercados.
Prohibido como colorante
La alarma saltó el pasado 28 de enero cuando una empresa italiana se puso en contacto con la británica Premier Foods, uno de los principales fabricantes de alimentos del Reino Unido, para informar a sus responsables de que una partida de la mencionada salsa estaba contaminada con ese colorante. Premier Foods descubrió que el polvo de chili en cuestión era parte de una partida de cinco toneladas importada de la India en 2002 y que se había venido utilizando en varias marcas de la salsa Worcester.
La empresa aseguró, sin embargo, no haber importado directamente el condimento sino que lo hizo a través de una compañía llamada Unbar Rothon, de Essex, que le había dado seguridades de que el producto no estaba contaminado con Sudan I. Premier Foods alertó el pasado 7 de febrero a las autoridades sanitarias británicas, la Food Standards Agency, que retuvieron la información durante 11 días, lo que ha suscitado ya fuertes críticas por parte de la oposición conservadora.
El Sudan 1 se prohibió como colorante de alimentos en la Unión Europea en 1995 aunque varios años más tarde, en 2003, se detectaron en Francia algunos productos que lo contenían. Desde julio de 2003, todos los polvos de chile que entran en la Unión Europea tienen que demostrar que no llevan Sudan 1, lo que indica que fallaron los controles británicos no sólo los oficiales sino también los de los propios fabricantes del Reino Unido ya que la voz de alarma partió de Italia.