La transparencia y la difusión pública: los mejores aliados en la recuperación de la memoria histórica

La transparencia en las actuaciones y la difusión de la información relacionada con la Recuperación de la Memoria Histórica han ido paralelas en estos últimos trece años y quizás esa sea una de sus señas de identidad y uno de los motivos de su rápida expansión y de presión social y mediática que ha ejercido sobre los poderes públicos.

Afortunadamente no ha ocurrido (aunque algunos lo intenten aún) como a finales de los años setenta o principios de los ochenta, donde “casi” todo lo relacionado con la guerra civil y la represión franquista (fusilamientos y fosas comunes, campos de concentración y trabajos forzados, etc.) rozaban la clandestinidad, no ya por parte de las víctimas y su entorno familiar (que también), sino fundamentalmente por parte de los medios de comunicación del momento (excepto la revista Interviú), las instituciones públicas (Ayuntamientos, Gobiernos Civiles, Guardia Civil, etc.) e incluso las organizac

Suponemos que también el “pacto de silencio” de la transición tendría cierta influencia en esa posición política. Producto de ello es que en estos momentos aún no se tiene una relación, más o menos aceptable, de las intervenciones en las fosas comunes del franquismo, el número de cuerpos exhumados, el número de fosas señalizadas (monolitos, placas o lápidas). El conocimiento de esos procesos de exhumación, realizados fundamentalmente cuando gobernaba la UCD, podría dar más de una sorpresa. Un ejemplo: la exhumación (a la manera de esos años) de 780 cuerpos de fusilados del cementerio católico de Constantina y en El Madroño (Sevilla), en un arcén de la carretera cerca de Jimena de la Frontera (Cádiz), Iznájar (Córdoba), Cala (Huelva), también del cementerio de Bailén (Jaén), en Medina de las Torres, Montijo o Torremejía (Badajoz), superando ampliamente la treintena entre Andalucía y Extremadura. ¿Cuántos cuerpos fueron exhumados? ¿Quiénes lo realizaron y con qué recursos? Se dice que en Constantina contaron los cráneos y que el trabajo de exhumación fue realizado por jornaleros que trabajaban para el IRYDA, pero otras lo fueron por empleados públicos de los Ayuntamientos, pero hay una cuestión común en todas ellas; fueron pagadas con dinero público y, aún así, hay escasa o nula información documental disponible. Una cosa sí es verdad, la mayoría de las personas que encargaron o hicieron posible esas intervenciones están vivas.

Aún no se tiene una relación, más o menos aceptable, de las intervenciones en las fosas comunes del franquismo, el número de cuerpos exhumados, el número de fosas señalizadas…

Hoy, afortunadamente, este trabajo de recopilación, desde el año 2000, lo está haciendo Aranzadi, y se puede vertodoslosnombres.org. De hecho Aranzadi, hasta que no se demuestre lo contr

ario, es la única entidad que actualiza anualmente esa relación de intervenciones, equipos de arqueólogos, víctimas exhumadas, etc. y a la que todos echamos mano, pero somos muy pocos (personas, entidades, asociaciones) los que les remitimos información propia o que puedan tener de su localidad o comarca y que por una u otras razones, no ha transcendido a los medios de comunicación. De igual manera son escasas las entidades que ponen a disposición pública los informes de las exhumaciones realizadas como promotores, o al menos no están disponibles en sus blog o web, pero tampoco en las páginas de internet de los patrocinadores (administraciones públicas) que suministre, a la sociedad en general y al movimiento memorialista en particular, esta importante información. Estas prácticas traen como consecuencia la duda sobre “el uso que se hace del escaso dinero público” invertido en estas actuaciones.

Estas prácticas traen como consecuencia la duda sobre “el uso que se hace del escaso dinero público” invertido en estas actuaciones

Dicho lo anterior sería más fácil comprender que, en su momento,“casi” todas las entidades memorialistas andaluzas se manifestaran en contra del Protocolo Andaluz de actuación en exhumaciones de víctimas de la Guerra Civil y la Posguerra. Protocolo puesto en marcha por la (anterior) oficina del Comisario de la Memoria Histórica de Andalucía (hoy Dirección General) que hacía firmar un compromiso de confidencialidad para así “evitar fugas de información” (documentos gráficos, opinión de los técnicos, etc.) hasta que el patrocinador o el promotor lo estimara oportuno, todo ello con el argumento de “respeto”, “preferencia informativa a la familia”, etc. La famosa carpa de la FOSA DE ALFACAR nunca más volvió a instalarse. ¿Volverá a verse por las excavaciones

La famosa carpa de la fosa de Alfacar nunca más volvió a instalarse. ¿Volverá a verse por las

excavaciones?

El Grupo RMHSA de CGT-A acaba de remitir a Aranzadi algunos datos sobre las intervenciones en Encinasola (Huelva), Camas (Sevilla), Alcalá del Valle (Cádiz) y las localidades granadinas de Almuñécar, Órgiva, Víznar y Tocón (Íllora), así como el importante paso dado en Almería capital y esperemos que pronto en Cádiz, todo ello con el objetivo de que esa información esté disponible públicamente.

Invitamos a todos aquellos que posean este tipo de información la pongan en circulación como la forma más idónea de arrojar transparencia a nuestra labor social pero a la vez para dar confianza a las aquellas familias de que es posible y necesario acabar de una vez por todas con esos enterramientos ilegales repartidos por todos los lugares donde habitó el franquismo.

Texto extraído: www.andalucesdiario.es/ciudadanxs/la-transparencia-y-la-difusion-publica-los-mejores-aliados-en-la-recuperacion-de-la-memoria-historica/

Fuente: andalucesdiario.es