El pasado 7 de junio, coincidiendo con una convocatoria de paros parciales convocados por varios sindicatos de Correos, una trabajadora del Centro de Tratamiento Automático de Vallecas abandonó durante un breve espacio de tiempo la cadena de producción, donde tiene asignado su puesto, para acudir al cuarto de baño.

Cuando volvió al puesto de trabajo una jefatura intermedia le había estado contando los minutos que tardaba, exactamente diez contabilizó. Pese a la humillación que le supuso, la trabajadora explicó que había sufrido una hemorragia, sin embargo, la jefatura le expidió un anexo (se lo adjuntamos a la nota de prensa) haciendo constar que durante esos minutos no había estado produciendo. Para sorpresa de la trabajadora en la nómina del mes siguiente le ejecutaron un descuento de 96 céntimos por haber acudido al cuarto de baño.

Cuando volvió al puesto de trabajo una jefatura intermedia le había estado contando los minutos que tardaba, exactamente diez contabilizó. Pese a la humillación que le supuso, la trabajadora explicó que había sufrido una hemorragia, sin embargo, la jefatura le expidió un anexo (se lo adjuntamos a la nota de prensa) haciendo constar que durante esos minutos no había estado produciendo. Para sorpresa de la trabajadora en la nómina del mes siguiente le ejecutaron un descuento de 96 céntimos por haber acudido al cuarto de baño.

Por desgracia, esta actuación por parte de Correos no es una excepción . En los 8 grandes centros de clasificación que posee la compañía en Madrid, los trabajadores aluden constantemente a situaciones idénticas. Es el caso del CCP Chamartín en el que la vigilancia ha llegado a tal extremo que los empleados deben avisar a su superior si desean ir al cuarto de baño , provocando en estas personas una invasión de su intimidad que les hace sentirse infantilizadas. Es así como la empresa postal compone unas relaciones laborales asfixiantes, severamente jerarquizadas, en la que la vigilancia sobre la plantilla está generando enfermedades de tipo psicosocial por la deshumanización que sufren (crisis de ansiedad, depresiones severas, pérdida de autoestima).

En el caso de la trabajadora de la planta de Vallecas se ha ido un paso más allá: el descuento en la nómina. Desde CGT afeamos a la jefatura de estos centros su nula capacidad de empatía, así como el ataque que supone contra las mujeres que no se tenga en consideración la realidad de éstas. Nuestro sindicato ha tratado este tema profusamente con los responsables de relaciones laborales de Correos sin que la empresa haya tomado ningún tipo de medida, con lo que en última instancia son responsables del trato degradante que se nos está dando a los trabajadores.

Les adjuntamos el anexo de la trabajadora y un informe de Intermon Oxfam sobre la deshumanización que conlleva impedir a los trabajadores que puedan ir al baño.

https://www.oxfamamerica.org/static/media/files/No_Relief.pdf

CGT Correos Madrid


Fuente: CGT Correos Madrid