A partir del 1 de enero de 1998 el Estado transfirió a la Generalitat la gestión de las políticas activas de empleo (inscripción de demandantes, ofertas, contratos, etc.) permaneciendo en el INEM la competencia del pago del desempleo.

A partir de entonces, se produjo una situación peculiar: el usuario que acudía a la oficina del paro era atendido por dos administraciones distintas, cada una con sus competencias. El convenio de colaboración que ambas suscribieron delimitó las actuaciones concretas y la gestión del día a día. La distribución del personal entre las dos administraciones fue, aproximadamente, de un 75% para la Generalitat y un 25% para el Estado.

 

La escasez y precariedad en la plantilla del INEM ha sido un problema crónico del organismo que se vio especialmente acentuado a partir de 2007, cuando empezaron a incrementarse las cifras de desempleados, con aumentos espectaculares en 2008 y 2009.

La situación de personal se resolvió de manera parcial con la contratación de personal interino, de modo que en estos momentos los funcionarios temporales suponen, aproximadamente, el 10% de su plantilla en toda España. En la provincia de Barcelona, ese porcentaje se acerca al 25%.

La escasez y precariedad en la plantilla del INEM ha sido un problema crónico del organismo que se vio especialmente acentuado a partir de 2007, cuando empezaron a incrementarse las cifras de desempleados, con aumentos espectaculares en 2008 y 2009.

La situación de personal se resolvió de manera parcial con la contratación de personal interino, de modo que en estos momentos los funcionarios temporales suponen, aproximadamente, el 10% de su plantilla en toda España. En la provincia de Barcelona, ese porcentaje se acerca al 25%.

Una semana antes de las pasadas elecciones generales de noviembre, el Servicio Público de Empleo Estatal (antes INEM) y la Generalitat suscribieron un nuevo convenio de colaboración, previa denuncia por ésta del anterior acuerdo. El nuevo convenio ha modificado algo fundamental: en las oficinas de empleo: la información en materia de prestaciones que hasta el momento venía siendo facilitada por el personal de la Generalitat, será realizada de ahora en adelante por los trabajadores del SPEE, lo cual incrementa considerablemente su carga de trabajo en un 30 o 40%, aproximadamente, medido en número de ciudadanos atendidos.

Ante este nuevo marco el SPEE no reacciona dotando los recursos necesarios para asumir las nuevas tareas. La Dirección manifiesta la imposibilidad de contratar personal interino y mucho menos de aumentar la dotación de plantilla fija, a pesar de que los nuevos cometidos son para siempre. Al contrario, los recortes en el gasto suponen que estén a punto de dejar de hacerse lo que en una empresa serían horas extraordinarias. Se han implementado nuevos métodos de simplificación de la gestión y mejoras informáticas y telemáticas, que siendo beneficiosas y agilizando la tramitación, no compensan ni con mucho el incremento habido en la demanda de nuestros servicios.

La modificación de las tareas que supone la nueva distribución de atribuciones entre las dos administraciones se ha venido implantando en todas las oficinas de empleo de Catalunya durante los meses de diciembre y enero. Una vez culminada, el resultado, principalmente para el usuario, es desastroso. Los tiempos de espera para ser atendido el pasado noviembre en una oficina han pasado de, entre 30 y 45 minutos, como máximo, y en los días más difíciles, a unas habituales dos o tres horas en la sala de espera. Y eso en el caso de que te atiendan el mismo día, porque en casi todas las oficinas y a la vista de la gran cantidad de público que hay esperando a media mañana, se dejan de dar turnos a los ciudadanos que acuden, porque de lo contrario sería imposible atenderlos a todos.

Por ahora, estos hechos no han significado que se produzca retraso en el pago en las prestaciones, pero puede ser cuestión de tiempo, porque cada día que pasa resulta más evidente que es imposible que los mismos trabajadores puedan desempeñar una labor que ha crecido notablemente, teniendo en cuenta que ya se encontraban en una situación de máximo rendimiento. Además, en los próximos meses parece que el desempleo se incrementará significativamente. Por eso, la Dirección presiona cada vez más para que disminuyamos los tiempos de atención al usuario, y para que le “vendamos” la posibilidad de presentar su solicitud por internet en el sitio www.sepe.es, ninguna maravilla por cierto, pero que quizás nos evite al parado en la oficina.

Las colas en la puerta de las oficinas de empleo están siendo cada vez más largas. En esta ocasión no se producen por un incremento espectacular del paro, que siendo altísimo no lo es mucho más que hace dos meses, sino por la ineficacia y la inoperancia de los dos administraciones públicas competentes en la materia, cuyos responsables políticos no son capaces de organizar los medios para, al menos atender, a las personas que sufren el mayor y más numeroso de los problemas que tiene hoy nuestro país, el paro.