Parisa, Iran, Khayrieh, Shamameh, Kobra, Soghra y Fatemeh son los nombres de las siete mujeres iraníes que corren el riesgo de morir lapidadas en Irán, debido a que, una vez más, un tribunal de la «sharia» ha decidido que han de pagar con su vida por haber cometido adulterio. Desde el pasado 10 de octubre, la organización humanitaria Amnistía Internacional ha reunido ya más de 355.000 firmas para conseguir la conmutación de estas penas de muerte que violan los derechos fundamentales internacionales.
Después de los sonados casos de las nigerianas Safiya Husseini y Amina Lawal, las cuales, amenazadas de muerte por lapidación en 2002 y 2003, despertaron la solidaridad de organizaciones humanitarias e instituciones de todo el mundo -salvando su vida con ayuda de la presión ejercida sobre el Gobierno de Olusegun Obasanjo-, el último año AI no había tenido constancia de nuevos casos de condena a muerte por lapidación en países islamistas, según indicaron a DEIA fuentes de la organización.
La conmoción internacional originada por la posible ejecución de Husseini y Lawal llevó a AI a reunir millones de firmas contra dichas medidas y estos y otros casos saltaron a las portadas de informativos de toda índole. Los irregulares tribunales que aplican una versión cruenta de la «sharia» o ley coránica en una veintena de países del mundo no han cesado en sus «métodos» -como, por ejemplo, que una mujer adúltera debe morir por este «delito»-, pero parece evidente que la presión de Naciones Unidas, UE, Amnistía Internacional y diversos gobiernos ha ido conteniendo que los jueces islamistas pongan en práctica esas leyes que contravienen el Derecho internacional.
Más de 355.000 firmas
Con el conocimiento de que otras siete mujeres podrían ser ejecutadas de forma inminente en Irán porque jueces islámicos se han vuelto a saltar el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Amnistía Internacional ha reanudado una de sus campañas en pro de los derechos humanos y, en escasamente cuatro semanas, ya ha recogido en su web más de 355.000 firmas dirigidas al Líder de la República Islámica de Irán. En el caso de la nigeriana Amina Lawal, AI alcanzó los cuatro millones de adhesiones en año y medio de campaña, con una media de 80.000 firmas muchos días.
Los procesos a los que someten los tribunales de la «sharia» a sus acusados -la mayoría, mujeres- suelen efectuarse de forma arbitraria y sin defensa letrada. En el caso de algunas de las iraníes amenazadas de muerte estos días, incluso han sido obligadas a prostituirse por sus propios maridos, tras lo que se les acusó de «adúlteras». En estos momentos, organizaciones de mujeres iraníes están pendientes de los siete casos, los cuales, según AI, « podrían sufrir una ejecución inminente ».
Fuente: Cristina Martínez (Deia)