El " Informe del Consejo de Seguridad Nuclear al Congreso de los Diputados y al Senado. Año 2003 "refleja el empeoramiento de importantes indicadores de la seguridad del parque nuclear español. Para Greenpeace, estos datos son una constatación del agotamiento de la vida útil de las centrales nucleares y de sus numerosas deficiencias técnicas, lo cual, unido a la creciente connivencia entre el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y los propietarios de las centrales, suponen un motivo de honda preocupación con respecto a la seguridad de los españoles y del medio ambiente.

El » Informe del Consejo de Seguridad Nuclear al Congreso de los Diputados y al Senado. Año 2003 «refleja el empeoramiento de importantes indicadores de la seguridad del parque nuclear español. Para Greenpeace, estos datos son una constatación del agotamiento de la vida útil de las centrales nucleares y de sus numerosas deficiencias técnicas, lo cual, unido a la creciente connivencia entre el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y los propietarios de las centrales, suponen un motivo de honda preocupación con respecto a la seguridad de los españoles y del medio ambiente.

Los indicadores «Número promedio de paradas automáticas con reactor crítico» y «Promedio de sucesos significativos» manifestaron una tendencia creciente a lo largo de los 10 años analizados por el CSN.

Además, en los tres últimos años han aumentado tanto la «Tasa promedio de paradas forzosas» como el «Promedio de exposición colectiva a la radiación». También lo hizo el «Promedio de actuaciones de sistemas de seguridad » en situación de potencia (es decir, a pleno funcionamiento), que fue particularmente elevado en 2003.

La «Tasa promedio de paradas forzosas» se ha triplicado con respecto a la de 2002 y cuadriplicado con respecto a la de 2001. Esto, según el propio CSN, se debe al alargamiento de las paradas de recarga del 2003, especialmente en Zorita, Cofrentes y Almaraz-II, como consecuencia de las graves anomalías detectadas en sus equipos (averia generador diesel de emergencia en Almaraz-II ; fallo en los caudales de los sistemas de agua de componentes y servicios esenciales de Cofrentes ; y los graves incidentes de la recarga de 2003 de Zorita, uno de cuyos numerosos incumplimientos de las normas obligó a calificar el suceso como de Nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares).

El CSN se limitó en la mayoría de estos últimos casos a conceder diversas exenciones al cumplimiento de las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento de estas centrales nucleares para permitir su arranque y conexión a la red, sin que quedaran solucionados los problemas de seguridad detectados durante las respectivas paradas de recarga de combustible.

En concreto, los sistemas de suministro de agua de refrigeración de componentes y de servicios esenciales de las centrales nucleares muestran deficiencias generalizadas en diversas centrales del parque nuclear del Estado español, como Zorita y Cofrentes, bien por insuficiencia de caudal, por fallos de instrumentación o calibración. Este es un problema importante, por cuanto estos sistemas son básicos para asegurar al refrigeración en caso de accidente.

El «Promedio de exposición colectiva a la radiación » está también experimentando una tendencia desfavorable en los últimos años. Según el CSN, este aumento se debe principalmente a las exposiciones sufridas en la central nuclear de Cofrentes, aunque todas las centrales del parque nuclear español han sufrido un incremento ligero pero continuo.

Con respecto a los sucesos notificados por las centrales nucleares, el CSN refiere 52 en el 2003, 5 de ellos calificados como ?potencialmente significativos ? para la seguridad (por lo que requieren seguimiento posterior de las medidas adoptadas) y otros 2 como ?potencialmente genéricos ?. El CSN asegura en su informe que el número de incidentes ha disminuido con respecto al año 2002, que fue especialmente abundante en incidentes notificables (hubo 80), aunque obvia decir que la cifra de 2003 es similar al de otros años anteriores (ocurrieron 55 en el año 2000 y 65 en 2001).

Sin embargo, para Greenpeace, el CSN hace una interpretación sesgada del número de incidentes notificados puesto que oculta que en los últimos años está concediendo un número creciente de exenciones al cumplimiento de las normas de seguridad de las centrales nucleares.

En cuanto a las causas atribuidas a los sucesos notificados al CSN durante el último trienio destacan una tendencia al alza del indicador de «errores de personal con licencia» en situación de potencia y un aumento del de «causas misceláneas » tanto en situación de funcionamiento a potencia como en paradas.

 ?La connivencia del CSN con los operadores de centrales nucleares es cada vez más ostensible ? -ha declarado Carlos Bravo, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace- ?El principal objetivo del CSN parece ser el de facilitar la vida a las centrales nucleares y para ello está llevando a cabo un conjunto de actuaciones que implican una progresiva reducción de la seguridad ?.

En efecto, en los últimos años el CSN ha aumentado de manera progresiva las exenciones al cumplimiento de las normas de seguridad de las centrales nucleares, ha llevado a cabo una sistemática relajación de la normativa de seguridad, y ha dado mayor presencia dentro del CSN a la industria nuclear y a sus empresas de ingeniería para llevar a cabo trabajos técnicos, como los análisis probabilísticos de riesgo de sus propias centrales nucleares.

Para Greenpeace, el descenso en los últimos años de las inversiones en seguridad en las centrales nucleares y la relajación de la cultura de seguridad de sus titulares es muy preocupante. Pero lo es aún más dado la falta de independencia con respecto a la industria nuclear del, en teoría independiente, organismo responsable de garantizar la seguridad nuclear en España : el Consejo de Seguridad Nuclear.

http://www.greenpeace.org/espana_es/


Par : Greenpeace