Ecologistas en Acción considera indignante la demostrada inseguridad de algunas de las empresas del Polo Químico de Huelva, y bochornosa y servilista la actitud permisiva de la administración ante la lista repetitiva e interminable de “accidentes” de estas empresas.

Ecologistas en Acción considera indignante la demostrada inseguridad de algunas de las empresas del Polo Químico de Huelva, y bochornosa y servilista la actitud permisiva de la administración ante la lista repetitiva e interminable de “accidentes” de estas empresas.

La apabullante lista de incidentes en la refinería de Cepsa, con tres incendios importantes en los últimos años y crónicos derrames de crudo en las labores de carga y descarga desde los buques que la abastecen, vienen dejando claro las “extremas condiciones de seguridad” de la que alardea esta empresa y la situación de riesgo evidente para la zona de la provincia de Huelva más densamente poblada que rodea a estas instalaciones. Este último incendio, se salda además con la desgraciada pérdida de dos trabajadores, otro de los sectores históricamente vinculados a la desprotección del polo químico, y la emisión de gases tóxicos y partículas derivados de la combustión incontrolada de hidrocarburos.

Hay que recordar, además, que esta refinería alberga una de las reservas estratégicas de crudo del país, todo ello en las cercanías de las instalaciones de Enagás, con una capacidad actual de medio millón de metros cúbicos de gas licuado, que añaden otro peligro potencial de repercusión impredecible.
Hasta ahora, la preocupación desde la administración parece estar centrada con preferencia en planes de grandes obras para conectar las diferentes poblaciones del área metropolitana de Huelva y a grandes empresas de obras públicas con las arcas del estado, y menos, o nada, en la integridad física y derechos fundamentales de esos ciudadanos a los que tanto les preocupa desplazar.

Ante esta situación de peligro potencial, y gratuito para el resto de onubenses que no tienen vínculo comercial con estas empresas, la respuesta de las autoridades viene siendo también repetitiva, crónica y complaciente con los intereses de estas empresas, y los expedientes o investigaciones iniciados terminan olvidados en el tiempo, sin resultados conocidos o con sanciones irrisorias y siempre administrativas, sin depuración de posibles responsabilidades penales.A pesar de ello Ecologistas en Acción no cejará en su exigencia de que se investigue lo sucedido y que se depuren responsabilidades.

Desde Ecologistas en Acción, se considera que esta situación de dependencia del factor suerte de este polvorín petroquímico, manejado por incompetentes y avalado por mayordomos políticos, es inaceptable, y reafirma y justifica el aumento del rechazo social a empresas como estas, sin escrúpulos sociales ni ambientales, así como a proyectos insensatos como el del oleoducto para el proyecto de Refinería en Extremadura.

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