La policía científica y técnicos en desactivación de explosivos intervinieron tras el estallido
La Policía Nacional está vigilando a los grupos de la ultraderecha que operan en la isla a raíz del atentado que sufrió el sindicato CGT la mañana del domingo, según han confirmado fuentes de Delegación de Gobierno. También el secretario de la CGT, Pep Juárez, tras entrevistarse con la brigada de información de la Policía, explicó que todo apunta a grupos de extrema derecha. En cualquier caso, aún se desconoce a los autores y nadie ha reivindicado los hechos.
La policía científica y técnicos en desactivación de explosivos intervinieron tras el estallido

La Policía Nacional está vigilando a los grupos de la ultraderecha que operan en la isla a raíz del atentado que sufrió el sindicato CGT la mañana del domingo, según han confirmado fuentes de Delegación de Gobierno. También el secretario de la CGT, Pep Juárez, tras entrevistarse con la brigada de información de la Policía, explicó que todo apunta a grupos de extrema derecha. En cualquier caso, aún se desconoce a los autores y nadie ha reivindicado los hechos.

Fue el domingo, a las 6,40 de la mañana, cuando estalló un artefacto ante la sede del sindicato CGT, en la calle Àngel Guimerà número 48 de Palma. El dispositivo estaba compuesto por una bengala de señalización y dos petardos, todo envuelto en papeles de periódico cuyos restos quedaron esparcidos por la calle. El artefacto estaba situado entre dos coches y fue a impactar contra uno de ellos, un Opel Corsa de una vecina del lugar que quedó muy afectado. La explosión también hizo estallar los cristales de la puerta de entrada de uno de los edificios vecinos, situado a unos seis metros del lugar donde se había colocado el artefacto. Tras la detonación, la Policía acotó la zona a la que acudieron tanto la policía científica como técnicos en desactivación de explosivos.

El secretario de la CGT destacó que ésta es la tercera vez en pocos días que la sede del sindicato sufre un atentado. Primero fueron pintadas amenazantes contra el colectivo Maulets. El sábado se encontraron con la cerradura del local sellada con silicona y el domingo estalló la bomba.

El sabotaje del sábado coincidió con la presentación del libro ’Euskal-Herria y el socialismo’ a cargo de la fundación Federico Engels. La CGT había cedido el local a este colectivo. «La Fundación nos pidió el local», explicó Juárez. «No sabemos si tiene que ver con lo que ha ocurrido, pero lo importante es que es un atentado a la convivencia democrática y a la libertad de las personas».

La CGT ha convocado una reunión para el día 8 «para consensuar una propuesta de convocatoria unitaria de un acto público para la libertad y contra el fascismo».

Partidos como ERC y el Bloc han mostrado su solidaridad con la CGT y han pedido «contundencia contra los ataques fascistas». También la sede del Consell de la Joventut (CJIB) ha sido objeto de pintadas homófobas. El JEN las ha condenado, a través de un comunicado, y las atribuye a la campaña contra el CJIB «que promueve AFA Educación y otros grupos de extrema derecha».

’El ruido daba miedo ; no era normal’

Una vecina del número 48 de la calle Àngel Guimerà de Palma fue testigo de la explosión del artefacto que estalló la mañana del domingo frente a la sede del sindicato CGT. «Hubo un ruido que daba miedo ; no era normal», explicó M.S. a este periódico. Esta mujer vive en la finca de al lado del sindicato que, al margen del coche siniestrado, fue la que más recibió, ya que la explosión destrozó los cristales de la puerta de entrada del edificio.

M.S. y su familia dormían cuando pasadas las seis de la mañana oyeron la explosión. «Dimos un brinco. Luego vino la Policía y acordonaron la calle», explicó. A esta mujer le llamó la atención ver la calle llena de restos de periódicos. Quienes fabricaron el artefacto explosivo envolvieron la bengala y los petardos con páginas de periódico, seguramente para que hiciera las funciones de mecha, según explicaron fuentes de la Policía Nacional. En el interior de las oficinas de la CGT prácticamente no se han producido daños, ya que el artefacto fue a explotar en los bajos del Opel Corsa, que se llevó la peor parte.


Fuente: Diario de Mallorca