La clase trabajadora argentina continúa demostrando en las calles su oposición a las políticas neoliberales y medidas del presidente Javier Milei mientras que un joven fotoperiodista lucha por su vida en el hospital tras haber recibido el impacto de un proyectil de los antidisturbios.

En las últimas protestas, que han estado organizadas por pensionistas y jubilados contra la reforma que el gobierno pretende llevar a cabo -y que consistiría en una batería de recortes que condenarían a miles de personas trabajadoras a una importante pérdida de poder adquisitivo-, se han sumado hinchas de diferentes clubes de fútbol. Esta fue la reacción de los seguidores de estos equipos tras conocerse que un jubilado de 75 años, Carlos Dawlowski, había sido apaleado sin miramiento por la policía en el contexto de estas protestas. Dawlowski llevaba en el momento de ser reprimido salvajemente por los agentes antidisturbios una camiseta del Club Atlético Chacarita Juniors, con sede oficial en la ciudad de Buenos Aires.

La respuesta del Estado, que no se hizo esperar ante las convocatorias de los jubilados, ha sido una vez más la violencia desmedida contra quienes defienden sus derechos y libertades a través de la acción directa y el cuerpo a cuerpo, pero también casi ha costado la vida a un fotoperiodista de 35 años que cubría las protestas en plena calle. La escena del reportero gráfico recibiendo el impacto de un cartucho de gas en la cabeza ha dado la vuelta al mundo en muy pocas horas. Caía al suelo, totalmente inconsciente, mientras que los antidisturbios continuaban lanzando balas de goma y gases lacrimógenos a los manifestantes en las inmediaciones del Congreso. Tuvo que ser atendido en el lugar por equipos médicos y luego fue trasladado a un hospital donde le operaron de urgencia. En estos momentos se teme por su vida y su estado es crítico debido a las heridas que sufrió en la cabeza.

Pablo Grillo es natural de Lanús, una ciudad de Buenos Aires ubicada en la zona metropolitana de esta y tenía una importante experiencia y trayectoria profesional como fotógrafo de prensa en Argentina. Sin embargo, desde el Gobierno de Milei, la ministra de Seguridad (Patricia Bullrich) lejos de condenar la brutalidad policial y lamentar que un joven trabajador se esté batiendo entre la vida y la muerte debido a esta violencia institucional, lo ha justificado alegando a que el periodista “es un militante de la oposición política”.

Desde la CGT, a través de la Secretaría de Relaciones Internacionales, se ha condenado esta represión y se ha mostrado toda la solidaridad tanto con los jubilados y jubiladas argentinas, en lucha por su bienestar, como con la familia y el entorno directo de Pablo Grillo. En este sentido, David Blanco (secretario de RR.II. de CGT) ha vuelto a recordar que los profesionales de los medios de comunicación son también trabajadores que se juegan la vida en situaciones extremas como las que se viven en estos momentos en Argentina. “La libertad de informar es un derecho universal, por lo que como alguna vez hemos afirmado, no se puede acallar la verdad amordazando, reprimiendo, matando o haciendo desaparecer a periodistas y comunicadores”.  En este sentido, desde CGT, insisten en que las protestas de los argentinos y argentinas son la reacción a unas políticas de un gobierno que nunca se ha escondido a la hora de admitir para quiénes gobierna: “Milei le ha declarado la guerra a las clases populares de Argentina, pretendiendo que estas paguen con su vida, si hace falta, los desfases de los más ricos y poderosos”, ha manifestado el responsable de Relaciones Internacionales de la organización anarcosindicalista.

Las próximas horas serán decisivas en la evolución del estado de salud de Pablo Grillo, por lo que desde CGT se espera su recuperación y que los vídeos ayuden a encontrar los culpables de la agresión.

(imagen Cien Radios)

Secretaría Relaciones Internacionales de CGT


Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT