El cóctel mólotov formado por el incremento de la población mundial, el auge de la pobreza, la creciente escasez de recuersos como el agua y el petróleo, el incremento de las enfermedades infecciosas y el deterioro medioambiental constituye el «verdadero eje del mal» que explica la inestabilidad y la inseguridad del planeta. Ésta es la principal conclusión del informe La situación del mundo 2005 de la organización Worldwatch Institute (WWI), presentado hoy en Madrid.
«Hay por supuesto causas políticas inmediatas que debemos entender para comprender los conflictos, pero no podemos olvidar las causas subyacentes de la inestabilidad en el mundo, que son el combustible que ha permitido que exploten conflictos políticos, sociales o étnicos», ha afirmado el presidente del WWI, Christopher Flavin, durante la rueda de prensa de presentación del informe. El estudio parte de la base de que la guerra internacional contra el terrorismo está «desviando la atención» de las verdaderas causas que generan la inseguridad en el mundo, como son la pobreza, la desigualdad, las enfermedades infeccionsas, la degradación medioambiental, la producción y comercialización de armas y la competencia por el petróleo, la tierra y los acuíferos.
Las fuerzas subyacentes
«A lo largo de las últimas décadas hemos podido comprobar en el mundo grandes cambios sociales, demográficos y ecológicos», que han activado «fuerzas subyacentes que han dado lugar a esta situación de inestabilidad» en el planeta, ha subrayado Flavin, que ya avanzó este informe el pasado mes de enero en Washington. Para el WWI, entre estas fuerzas subyacentes, «la pobreza, la enfermedad y la degradación ambiental son el verdadero eje del mal». A juicio de Flavin, el crecimiento demográfico y la mejora de las condiciones sanitarias ha permitido que la población mundial haya pasado de los 1.500 millones de habitantes de principios del siglo XX a los 6.500 de la actualidad, cuatro veces la cifra inicial.
Esta situación produce una «tensión en los sistemas ecológicos» y causa, sobre todo, el crecimiento de la población juvenil mundial. «Hay grupo enorme de jóvenes en todo el mundo», sobre todo en áreas como Oriente Próximo, África o el sureste asiático, ha indicado Flavin en la rueda de prensa de hoy. «Todos estos jóvenes se encuentran con grandes necesidades en la educación y con pocas perspectivas de empleo, con una falta de satisfacciones que da lugar a desestabilización en muchos países del mundo», ha añadido. Al menos 60 millones de personas en todo el mundo con edades comprendidas entre 15 y 24 años carecen de empleo, y más del doble se encuentran entre los 550 millones de trabajadores pobres incapaces de sacar a sus familias de la miseria, indica el informe.
Jóvenes sin perspectivas
En los países en vías de desarrollo, la población de entre 15 y 29 años representa el 40% del total. Asimismo, el informe señala que en la actualidad hay 434 millones de personas que sufren escasez de agua potable en todo el mundo. «Los acuíferos podrían agotarse antes que las reservas de petróleo», ha advertido Flavin, hasta el punto de que se calcula que en 2015, cerca de 3.000 millones de personas -el 40% del mundo- vivirá en países con escasez de agua. En una Tierra en la que «más de la mitad de la población vive fuera de las ciudades», la falta de agua y la destrucción de sistemas ecológicos obligan a numerosos agricultores a abandonar el campo y a emigrar a la ciudad, lo cual alimenta aún más los conflictos.
El informe de WWI advierte también de que en las tres últimas décadas han reaparecido o se han propagado hasta 20 enfermedades infecciosas ya conocidas y se han identificados otras 30 nuevas. El sida se ha convertido en una de las enfermedades que provocan más muertes al año y se calcula que entre 34 y 36 millones de personas están infectadas por el virus, sobre todo en los países menos desarrollados. Nueve países del África subsahariana están perdiendo cada cinco años más del 10% de su población adulta a causa del sida, señala el informe. Entre 2001 y 2003, la cifra mundial de huérfanos provocados por la enfermedad ha pasado de 11,5 millones a 15 millones de niños, la mayoría de ellos en África.
28.000 armas nucleares
La dependencia del petróleo es otro de los grandes factores de inestabilidad, ya que representa un 37% de la producción energética. Ello genera «una fuerte demanda, muy superior a la oferta», y, en consecuencia, «una fuerte competencia entre países importadores y países exportadores», según Flavin. La producción de crudo se ha estancado o ha empezado a disminuir en 33 de los 48 mayores productores, al tiempo que la combustión de petróleo es responsable del 42% de las emisiones de dióxido de carbono. WWI recuerda que la explotación de recursos tuvo un «papel esencial» en la cuarta parte de las 50 guerras registradas en los últimos años. El informe destaca otros aspectos, como el tráfico de armas y los presupuestos militares. Existen 639 millones de armas ligeras en el mundo y cada día se fabrican ocho millones. Estas armas causaron en 2002 500.000 muertos. Ocho países tienen 28.000 armas nucleares.
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