EL CIERRE DE LA PARROQUIA DE LOS MARGINADOS
Jesús Baeza, uno de los tres curas de la parroquia San Carlos Borromeo, en Entrevías, ha anunciado hoy que seguirá con sus actividades de apoyo social a personas en riesgo de exclusión social y celebrando actos de liturgia y de fe en esta iglesia, a pesar que el arzobispado de Madrid ha ordenado su cierre. En concreto, el reiligioso ha anunciado que el templo celebrará este año, y como gesto excepcional, el Domingo de Resurreción, algo que habitualemente no se hacía "porque la gente estaba de vacaciones", ha señalado.
EL CIERRE DE LA PARROQUIA DE LOS MARGINADOS

Jesús Baeza, uno de los tres curas de la parroquia San Carlos Borromeo, en Entrevías, ha anunciado hoy que seguirá con sus actividades de apoyo social a personas en riesgo de exclusión social y celebrando actos de liturgia y de fe en esta iglesia, a pesar que el arzobispado de Madrid ha ordenado su cierre. En concreto, el reiligioso ha anunciado que el templo celebrará este año, y como gesto excepcional, el Domingo de Resurreción, algo que habitualemente no se hacía «porque la gente estaba de vacaciones», ha señalado.

El sacerdote ha asegurado que, «en último término», si el Arzobispado de Madrid termina convirtiendo el edificio en un centro de Cáritas, la actividad católica de la parroquia continuará «en otro lugar», ya que su «fe» estará «donde estén las personas que la componen».

Baeza ha hecho este anuncio en rueda de prensa en la citada parroquia y después de que Patricia Fernández, portavoz de la Asamblea de San Carlos Borromeo, leyera un comunicado que reivindica «la parroquia como lugar de encuentro, acogida y celebración de fe».

El comunicado destaca que, «para esta comunidad, y para todos los que nos sentimos vinculados a ella, proclamar la fe es la atención al hermano pobre y pequeño, así como el encuentro en torno a la mesa de Jesús».

Invitación a Rouco

Además, esta asamblea invita al arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela a que «acuda a nuestra comunidad para explicarnos esta decisión que no alcanzamos a entender».

Jesús Baeza ha resaltado que «este año, con mucha más razón, vamos a celebrar el Domingo de Resurreción, porque entendemos que tenemos muchas cosas que celebrar : la esperanza de que se sale del dolor y de la injusticia y aquí está el grupo de Madres contra la Droga. Al final se impone la resurreción».

El cura ha subrayado que la «proclamación de la justicia y la proclamación de la fe es un matrimonio indisoluble», y ha añadido que «tanto sentido tiene ir a buscar a un chaval a la salida de la cárcel como juntarnos a celebrar la resurrección» de Jesús.

En esta misma línea, Sara Nieto, de Madres contra la Droga y también portavoz de la Asamblea de San Carlos Borromeo, ha asegurado : «nosotros vamos a seguir con nuestra rutina diaria de estar con las actividades que hacemos con los chavales y el domingo celebrando el encuentro de la comunidad como hasta ahora».

180 feligreses

En este sentido, Patricia Fernández, ha concluido : «creemos que la mejor manera de seguir reivindicando la parroquia es seguir haciendo lo que hemos estado haciendo hasta ahora», y ha destacado que 180 personas están empadronadas en esta iglesia «que en el día a día requiere atención constante : chavales de los prisiones y de centros de menores, los menores inmigrantes.

«Tenemos una realidad muy desbordante y entendemos que tenemos que seguir respondiendo a estas urgencias y seguir celebrando en el día a día nuestra fe y nuestro compromiso», ha recalcado.

Finalmente, Fernández ha rechazado algunos calificativos sobre esta parroquia como «iglesia roja». «Creemos que se ha manipulado lo que aquí se vive y no que se ha reflejado exactamente la realidad», ha concluido.

Por otro lado, el cura Jesús Baeza ha afirmado «no somos tan creativos, ni los únicos que celebramos nuestra fe vestidos de domingo», en relación a celebrar la misa en pantalón vaquero o dar una rosquilla a los niños en la Eucaristía, en vez de una hostia.


«Iglesia plural»

En San Carlos Borromeo, se trabaja desde hace casi treinta años en la atención y el servicio en el ámbito de la marginación social, especialmente de adolescentes, jóvenes e inmigrantes. Baeza considera que el Arzobispado y la parroquia tienen «un conflicto de interpretación sobre la forma entender el Evangelio y la vida de la Iglesia en la sociedad actual».
«La comunidad somos todos, curas y feligreses»

Carmen Díaz, una de las fundadoras de Madres contra la Droga, ha justificado la petición de las llaves de la parroquia a los curas por parte de la asamblea, al considerar que «esto no es unahistoria de los sacerdotes con el Arzobispado, porque la comunidad somos todos, curas y feligreses». Díaz también cree que la decisión del Arzobispado de «cerrar» la parroquia es «una locura» y les ha animado a recapacitar. Esta mujer ha recordado que, hace veinte años procedente del mundo de la marginación y con una necesidad de vivienda, se acercó a la parroquia por una convocatoria de ayuda a presos y se quedó en ella porque se sintió muy bien acogida y se enriqueció personalmente, al descubrir la gravedad del problema de los chicos «enganchados» a la droga, en comparación con el suyo.


Fuente: ELPAIS.com / EFE